Puedo

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Ahí estaban, frente al bar, frente al lugar que no esperaba volver.

Su mano sostuvo con aún más fuerza la de Souichi, pudo sentir como se encajaba con fuerzas, y aún así, Souichi no la alejó.

Ahora estaba ahí, frente al bar, los latidos se volvieron más lentos, de repente el viento dejo de ser frío, y ver gente entrar en el bar le mareo irremediablemente.

Souichi se inclinó un poco, cerca de su rostro le obligó a mirarle, no soltó su mano, y le miro con tranquilidad, incluso su ceño fruncido desapareció, Hiroyuki notó el viento entonces, por el aire que parecía divertirse jugando con los dorados cabellos, una pequeña apenas visible sonrisa se dibujo en el rostro del mayor.

-¿Esta bien?

-Y-yo, creo que no debería

-Escuchame, todo estará bien... Estoy aquí ¿bien?

-¿No puedo llamarlo?

-Ey, puedes hacerlo, se que puedes

-Yo... No lo sé

-Sabes una cosa, puede que tu no lo sepas pero yo si, estoy seguro que puedes hacerlo... Sólo platica con él

-Agh, de acuerdo... Puedo hacerlo

Souichi tomó de los hombros al chico animandolo a cruzar la calle, Hiroyuki buscó unos segundos su mano, hasta que la sintió en su mejilla haciendo que levantará la mirada

-Claro que puedes, te espero

Souichi le dio un pequeño empujón, y dio un paso se frenó giro para ver al hombre detrás de él con los ojos aún rojos, y el cabello despeinado, le dio la espalda después de suspirar fuertemente.

Los pasos de repente fueron demasiado rápidos, no se dio cuenta cuando la puerta estaba frente a él y sin darse tiempo a pensar la situación la empujó levemente, pudo sentir la mirada de Souichi sobre él.
El rechinar de la puerta dio anuncio a su llegada, sus pasos hicieron ruido a cada paso y el miraba como único apoyo esos zapatos nuevos que Isogai le compro, ese fue otro empujón, eso logró que alzará la cara y se encontrará con un Hiroto sorprendido limpiando una mesa.
Hiroto dejo el trapo caer al suelo, paso pisándolo y se acercó en un instante al chico frente la puerta, lo atrapo en un fuerte abrazo, sin dejar que Hiroyuki pudiera alzar demasiado sus propios brazos, apenas podía ver encima del hombro, justo para escuchar como aquel hombre pronunciaba con la voz más sería que le escuchó alguna vez

-Creí que no volvería a verte

-...

Lo tomó de los hombros alejándolo un poco para verlo mejor, Hiroto sonrió enormemente, con unas cuantas lágrimas listas para salir, paso su mano por sus ojos para evitar que sucediera. Se dirigió a la puerta y giro el letrero de abierto, pasando su mano por la espalda del chico le forzó a caminar

-Vamos, ¿tienes hambre? ¿Has venido sólo? ¿Quieres un café?

-Y... Un té estaría mejor

-Un té, bien siéntate donde quieras vengo de inmediato

Pronto Hiroto desapareció en una puerta, Hiroyuki miro un poco el bar un par de minutos, las botellas y las copas... Se decidió por sentarse en el lugar más lejano, pronto Hiroto llego con dos tazas una de café y una de té, tomó asiento frente a él aún con una gran sonrisa, ahora tenía la mejillas sonrojadas, ¿de verdad estaba feliz de verlo? ¿Era eso posible?. Ambos movieron el azúcar bajo sus tazas, Hiroto le observaba atentamente

-Hiroyuki, estoy feliz de que volvieras

-No volví, Souichi me dijo que me buscabas

-Así es, quería saber si estabas bien, ¿como te tratan? ¿Estas a gusto?

Fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora