v e i n t e

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20✨ Beso de vampiro

Cada loco con su tema, dicen.

Había pasado una semana entera desde que había descubierto dónde había sido enterrado mi padre y había estado aquellos siete días planteándome como demonios iba a decirle a mi madre que quería buscar su tumba, es más, también tenía que darle la razón por la que había querido buscarla. Mamá jamás me había llevado a ver a papá una vez murió. Teníamos encima del mueble de la televisión, un par de fotos; una en la que salía él solo y otra en la que salíamos los tres. Cada vez que pasaba uno de los aniversarios de su fallecimiento, utilizábamos aquellas dos fotos como pequeños altares para rendirle homenaje. Ella no había querido ir a visitarle físicamente y yo jamás había preguntado, por lo que nunca salió el tema. Y últimamente, me estaba volviendo demasiado curiosa, preguntando mucho en poco tiempo. No quería que mi madre se preocupara y por ello, se estresara más, provocando así una repercusión en su salud.

Así que, finalmente, decidí usar la excusa más barata y fácil de desmentir que alguien jamás había inventado. Sí, le había dicho que me quedaba a dormir en la casa de una compañera de clase y amiga, para hacer una pijamada y celebrar que se empezaba a acercar el final de nuestro último año de instituto.

Demonios, ¿y yo tenía que ir al siguiente año a la universidad? Ni de broma estaba preparada para ello.

Mamá no puso muchas pegas a mi plan de escape, por lo que tuve la suerte suficiente de poder confirmar mi partida con éxito con el tiempo suficiente como para comprar un boleto para el tren y además, reservar una pequeña habitación en el albergue más barato que encontrara, todo, para aquel mismo sábado.

Aunque no quisiera aceptarlo, me encontraba en un alto, digo, leve, estado de pánico, porque no tenía ni idea de lo que iba a encontrarme en aquel cementerio, eso, si es que encontraba algo, una pista de lo que fuera que estaba buscando.

Sentada en la cama con el portátil entre mis manos, miré por la ventana, cruzándome exactamente con las cortinas cerradas de la casa de los abuelos. Suspiré, ¿debería hablarle a Yoongi, en el caso de que se encontrara residiendo ahí aún, sobre el pequeño viaje que iba a hacer? Al fin y al cabo, había sido yo la que le había pedido que desapareciera de mi vista hace menos de medio mes. Me revolví el cabello, incapacitada por pensar con claridad.

Y es que aun sabiendo que mi vida había cambiado completamente desde el momento en el que Yoongi había pisado mi casa en aquella noche de tormenta, para poco después, revelarme que era un vampiro, juntamente con un par de intentos de asesinatos a mi persona, él había cumplido lo que había dicho hasta el momento. Me había protegido de todas aquellas personas que habían atentado contra mí, además de hacerme compañía en más de una ocasión. Sin olvidar el hecho de que por más que a veces me hablara como si quisiera tirarme de los pelos y arrastrarme por la habitación, era más gentil y delicado conmigo de lo que jamás habría dicho que un vampiro sería capaz. La relación que mantenía con Yoongi era como bailar con un extraño, a veces tan cercanos, a veces tan distantes.

Estuve mucho rato tumbada en la cama, moviéndome y desvalijando las sábanas que hacía poco que había cambiado. Debatiéndome conmigo misma sobre si debería o no ir a pedirle disculpas por ser una borde y enfadarme con él. Es decir, tenía mis razones, claro está, tirarme la casa, en este caso la vida, por la ventana y remover el pasado era cuestiones con suficiente peso como para que tuviera el derecho de molestarme, pero supuse que había terminado cogiéndole cariño a su sutil, simple y calmada presencia en mis aburridos días. Puede que incluso, lo considerara, de alguna forma, mi amigo o un conocido, más que nada.

Aunque no supiera absolutamente nada de él y se hubiera bebido mi sangre en un par de ocasiones.

Desventajas de ser un ser sobrenatural, volví a suponer.

Blood ✥ Myg ⁑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora