Soledad

DDAENG

El único sonido que posible de escuchar era el golpe que producían los cubiertos con los platos, hace un tiempo la familia invitada había llegado al lugar, se saludaron y se dirigieron a cenar sin hablar de los negocios.

Taehyung podía sentir la tensión, quería salir de allí, sin embargo sabía que eso no era posible, levantó la cabeza por primera vez en la noche y los observó a todos, el hombre llevaba un elegante traje al igual que su hijo mayor, ambos tenían la misma aura, eran personas de negocios sin duda, las dos mujeres, madre e hija a pesar de que se parecían bastante la mirada de la mujer mayor carecía de un brillo especial que la muchacha poseía.

La familia de apellido Jung parecía aún más estricta que la suya, ninguno de los hijos se veía feliz, ambos en algún momento de la cena conectaron miradas con Taehyung quien a diferencia de todos los presentes en el comedor tenía una mirada libre sentía que estaba sobrando, aquellos muchachos le hicieron mala cara al momento de observarse, cosa que no le sorprendía, estaba seguro que desencajaba por completo en el ambiente pero estaba obligado a permanecer allí hasta que la reunión acabase.

-Bien- Habló el señor Jung. -Señor Kim como usted sabe nuestras empresas están creciendo rápidamente y ambas están teniendo bastante éxito-.

-Exacto, ese es el motivo por el que estamos reunidos, con el señor Jung estuvimos hablando y llegamos a la conclusión de que podríamos intentar abrir una sucursal en Nueva York como alianza de ambas empresas-. Taehyung volteó a mirar a su padre, esto no estaba tomando un buen camino. -Nosotros no podemos encargarnos del total funcionamiento de ese lugar desde acá, necesitamos que alguien lo supervise durante un tiempo hasta que sea totalmente estable, para garantizar la transparencia de nuestros negocios y que ninguno de los dos tome ventaja, decidimos que cada uno enviaría a una persona para que se ponga al mando del establecimiento-. Los dos hombres instantáneamente observaron a sus hijos con una sonrisa, uno con total orgullo y el otro amenazantemente.

-Me complace anunciarles a todos los presentes, que después de horas de plática con el señor Kim llegamos a la conclusión de que no habría una mejor opción que poner a nuestros hijos a cargo del lugar, confiamos en sus capacidades y en que ambos se llevarán bien, ¿Qué dices Hoseok?-. El nombrado se levantó de su asiento y Abrazó a su padre con una emoción casi nula, nadie aparte de Taehyung lo notó.

-¿Qué qué digo? Padre es la mejor noticia que me han dado en años, estoy muy feliz, no me lo esperaba, no te vas a arrepentir de esta desición-. Todo aquello se veía tan preparado, Tae quería golpearse la cabeza contra lo que sea, él sí definitivamente no se esperaba esa noticia, su madre no se lo había dicho y no estaba de acuerdo con ello.

-¿Y tú Taehyung?-. Dijo su padre observándolo con aquella mirada desafiante que le brinda a cada vez que sabía que su hijo no estaba conforme.

-Yo, am, a decir verdad me siento consternado, no me esperaba aquella propuesta y menos cuando debemos tener en cuenta que estudio música-.

-Estoy al tanto de eso hijo, sin embargo es una oportunidad que no se le da a cualquiera, estoy seguro de que debes tener conocimiento de cómo funcionan los negocios de la familia, te los he enseñado durante toda tu vida y a pesar de que estudies música no afecta en lo absoluto tus conocimientos previos-.

-En eso tienes razón Padre, sé muy bien como funciona tu empresa y como podría manejarla- Tomó un poco de jugo -No soy tonto, si quisiera podría optimizar y mejorarla, haciendo que las ganancias se incrementaran hasta en un 80%, no obstante creo que debería estar claro que nunca quise hacerme cargo de esto, adoro la carrera que elegí y no la cambiaría por nada-.

-Mira Taehyung, tengo un trato que no puedes rechazar-.

-Te escucho-.

-Te pagaré una de las mejores academias de música de los Estados Unidos si a cambio aceptas hacerte cargo junto con Hoseok de la sucursal durante un lapso de tres años-.