La perplejidad no había abandonado a Ino en ningún momento. No podía comprender si lo que sentía era rencor o enojo, o si lo que la atormentaba era una enorme tristeza.
—O ambas. —fue la respuesta de su ahora esposo Sai.
Él había estado al tanto de lo que había sucedido en la boda, con Sakura; y desde entonces, su esposa no era abandonada por la perplejidad y el asombro; la culpabilidad.
Todo se volvía un circulo vicioso: todos se echaban la culpa, porque al final eso era. Ninguno de sus amigos cercanos se preguntó si era culpa de Sasuke o de Hayami, pues todos sabían que eso sería inevitable, pero el hecho de que Sakura estuviese sola, no lo era, ellos podrían haber estado ahí, pero ninguno estuvo de la manera correcta.
—Pero ella estaba bien. —se lamentaba Ino entre sollozos presa del enojo con Sakura y consigo misma. —¡La veía bien! ¡Me decía que estaba bien!
Cubrió su rostro con ambas manos. Sai la abrazó comprendiendo que no estaba para nada bien. Se sentía una mala amiga. Entonces recordó lo que Naruto le había dicho aquella vez que en su boda, de la cual había pasado ya una semana. Le había dicho que esa no era Sakura, y lo había dicho con una mirada no de tristeza sino de impotencia. Eso le hizo sentir mal porque por un momento, cuando todo eso sucedía, la odió, porque suponía que lo había hecho por envidia de que ella estaba casada y Sakura había perdido a Sasuke; y nada más pensar que llegó a tener esa idea, le hizo sentir mal. Sabía que Sakura no era así, pero aún así ella había tenido la convicción, y eso para ella, le daba culpabilidad.
—Todo va a estar bien, ya verás. —Sai tomó sus manos y la miró a los ojos. —Si conoces a tu amiga, debes saber también que ella no es así; y supongo que ya lo has pensado. Quizá tus sentimientos no te permitieron reaccionar en el momento y pensar en eso, pero una vez que tuviste consciencia supiste que algo no estaba bien.
Ino lo miró con los ojos rojos de tanto llorar mientras que con sus manos limpiaba las lágrimas que habían caído por sus mejillas en gran cantidad. Sai la miraba con una sonrisa sutil, pero sobre todo sincera.
—Parece que ya conoces mejor los sentimientos, cariño. —sonrió con tristeza.
Ino estaba sentada sobre una silla mientras que Sai estaba de rodillas frente a ella tratando de calmarla. Acarició su mejilla con calidez.
—Hay que ir a ver al Hokage. —Sai se colocó de pie. —Creo que hay que hablar con él sobre esto. Debe tener una idea de lo que está pasando con Sakura.
—Si... Es lo mejor.
Así extendió su mano hacia Ino, y ella la tomó para ponerse de pie.
—Ya no estés más triste. Estoy seguro de que lo vamos a poder resolver. No hay nada que no hayamos hecho, además, en todos estos años los amigos de Sakura y tú, han demostrado mucha paciencia y persistencia en todo, incluso cuando se trató de Sasuke. Así que no creo que Sakura, una joven radiante que ha sabido dar calidez a todas las personas, vaya a ser la excepción.
—Es cierto... —Ino suspiró. —No ha dejado de ser problemática después de todo.
La pareja Yamanaka de dirigió a la torre Hokage. Sabían que Kakashi, siendo cercano a Sakura tuvo que haberse dado cuenta de su comportamiento, por lo que si estaba al tanto, sería mucho más fácil descubrir que como podían ayudar a Sakura.
Fue una sorpresa lo que encontraron en la torre. Ellos habían decidido hablar con Kakashi, pero no eran los únicos. En la torre estaban los padres de Sakura, Naruto, Shikamaru, Tenten, Rock Lee, Hayami, Sasuke y Temari.
Parecía una revuelta, todos hablaban al mismo tiempo a excepción de Sasuke y Shikamaru, los cuales estaban sentados en el fondo de la habitación reclinados en una silla sobre la pared, con toda la paciencia del mundo. Kakashi estaba con el rostro aburrido mientras escuchaba como todos se echaban la culpa entre ellos y discutían todos al tiempo.
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«Sin sentimientos» [En Edición]
Romance«Amar» ha sido una palabra que para Sakura Haruno ha tenido cierta transformación y trascendencia, desde comprender que no es poseer, hasta los diferentes tipos de amor. Con su regreso inesperado, Sasuke, después de su viaje de redención, llega con...