Capítulo 28

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Una noche larga había sido después de aquella salida a las apuestas. Taki había acompañado a Sakura hasta su casa, donde estuvieron hablando largo rato antes de irse a dormir.

Tsunade le había preguntado que pensaba hacer si las cosas con Taki no funcionaban ¿iría otra vez detrás de Sasuke? Por supuesto que no. No iba a rogarle amor, ya se había convencido que al igual que ella veía a Taki, Sasuke la veía a ella. No podía pedir más donde no lo había. Sasuke era su amigo, y para ella lo seguiría siendo aunque sus sentimientos desaparecieran.

Pero no soportaría ver si en algún algún momento Sasuke amara a una persona que no fuera ella. Pero tenía que superarlo y no volver a cometer otra estupidez.

Sasuke ahora era más cercano como el amigo que siempre ha sido, y sabría de que si él sintiera algo por otra persona que no fuera ella, quizá ahora fuera más sensato y sería capaz de pedirle perdón por no corresponder a sus sentimientos y no ser indiferente, y eso le calmaba. Pero ya se había decidido a que él no sería capaz de verla más allá de una amiga. Lo único que le esperaba era una vida solitaria, porque se había convencido de que no amaría a nadie más como ama a Sasuke Uchiha y siempre lo ha hecho.

—¿Las cosas van bien en el trabajo?

La voz de Ino la trajo de vuelta a la tierra. Había estando pensando en todo eso mientras se encontraba en su oficina de trabajo.

—Si, por supuesto...

—Bien, porque he traído algunos reportes.

Ino, con su belleza y actitud deslumbrante colocó los papeles de su trabajo en el escritorio de Sakura.

Sakura miró aquella actitud y belleza en su amiga y tuvo la intuición de que eso era producto de su amor con Sai, y sintió celos.

—¿Cómo le haces para estar siempre así, Ino? —Sakura levantó su mirada.

—¿eh? —La miró confundida. —¿A qué te refieres?

—Digo... —Sakura desvió su mirada mientras que sus mejillas se encendían. —Te ves mas radiante y bella que de costumbre, ¿como haces para estar siempre así?

Ino la miró perpleja por algunos segundos antes de sonreír ruborizada y avergonzada.

—No sé a qué te refieres... —dijo haciendo ademanes con las manos.

—Oh, vamos, Ino... Algo te debe tener muy radiante y con tanta energía que se expresa en tu belleza.

Las mejillas de Ino se encendieron algún más sin saber que Sakura decía aquello con inocencia.

—N-no, no es nada, Sakura. En serio. —habló casi nerviosa.

—Supongo que Sai tiene algo que ver con eso...

—¡¿Qué?! —exclamó con los ojos saltones. —¡No sé que rayos estés pensando, Sakura! Yo solo me miro al espejo todos los días y me arreglo, y todo el día voy pensando en que todo está bien en mi vida. Eso es todo.

El color carmesí de las mejillas de Ino no bajaba mientras decía aquello y Sakura la miraba confundida.

—¿Por qué te pones tan así a la defensiva, Ino? —Sakura levantó una ceja. —Es normal que te veas más radiante si Sai y tú, ahora que están juntos, desbordan amor hasta por los poros.

—Ah, eso... —Ino suspiró. —Supongo que si.

—¡Por supuesto que me refiero a eso! ¿que creerías?

—¡Oh, nada! Creeme, no pensé nada más.

—Espera... —Sakura levantó una ceja. —No me digas que estabas pensando que yo me refería a que ustedes dos...

«Sin sentimientos» [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora