Capitulo 36

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POV Any

Yo lo miro algo sorprendida ya que no esperaba que soltara la pregunta tan naturalmente, pero me recupero rápidamente negando con la cabeza.
Any: creo que los dos sabemos la respuesta a esa pregunta. Te guste o no yo sigo siendo una mujer comprometida. No pongas esos ojos le digo divertida al ver que me miro con ojos como platos y abría la boca como un pez fuera de agua. A pesar que su reacción fue bastante cómica reprimí mis ganas de reírme. 

Any: cuando digo comprometida me refiero a que tengo novio y los dos sabemos que no puedo hacer nada contigo por respeto a Gonzalo le digo encogiéndome de hombros. Él suelta un suspiro pesado y mira hacia afuera. Yo me quedo admirando su perfil deseando poder haber aceptado, pero estaba consciente de que eso sería un error de mi parte. El vuelve a verme y asiente

Poncho: Te entiendo y eso es algo que siempre me encanto de ti. Siempre tan leal, aunque eso no evitara que intente llevarte a la cama más tarde me dice en ese tono arrogante de siempre mientras me dirigía una de esas sonrisas que sabía perfectamente que convertía mis rodillas en gelatina.

Any: estoy casi segura que la respuesta seguirá siendo la misma le digo medio sonriendo. Mi teléfono vuelve a vibrar y sonrió divertida ante el mensaje de buenas noches que me había mandado Gonzalo. Cuando termino de responder ignoro a Poncho y su cara de enojo. Poco después decidimos que la noche estaba llegando a su final así que nos dirigimos al coche. Me lleva hasta mi departamento, me acompaña a la puerta y los dos nos quedamos como dos adolescentes sin saber que hacer al final de la primera cita. Yo le sonrió algo nerviosa esperando para ver que hacía o que tenía en mente cuando de repente me toma de mi cintura atrayéndome hacia él. Antes de que le pudiera decir alguna palabra él toma mis labios en un beso apasionado pegándome a la pared. Él se pega todo lo que puede a mi acariciándome mi cintura haciendo que escalofríos recorrieran todo mi cuerpo. Me estremezco entre sus brazos y siento como él suelta una sonrisa contra mis labios. Se separa lo suficiente para comenzar un recorrido de pequeños besos esparcidos en los lugares indicados hasta que llega al punto débil que tenía en el cuello.

Poncho: nena deberías abrir la puerta antes de que alguien le llame a la policía y nos detengan por escandalo publico me susurra contra mi cuello haciendo que me diera cosquillas. Yo dudo un momento, pero él me vuelve a besar y todo pensamiento racional me abandona en un instante. No podía negar que yo también quería estar con él, aunque se considerara como una despedida. Abro la puerta con una mano temblorosa y nada más dando un paso dentro del departamento Poncho me asalta una vez más haciendo que camináramos hacia la habitación. En el pasillo el aprovecha para irme despejando de mi ropa mientras yo luchaba con la suya. Para cuando estábamos alado de la cama ya estábamos prácticamente desnudos. El me da un pequeño empujón haciendo que cayera riendo sobre la cama y el me acompaña quedando de costado mientras pasaba su mano por todo mi vientre hasta dejarla posada sobre mi pecho.

Poncho: no por ser arrogante, pero sabía que no podrías resistir tanto tiempo...estas igual de loca por mí que yo por ti me susurra mientras cerraba más su mano en torno a mi pecho y comenzaba a masajearlo.

Any: arrogante eres desde nacimiento...no hagas que me arrepienta de hacer esto le susurro viéndolo directamente a los ojos. Sabía que mis ojos, seguro estaban opacados por el deseo al igual que los suyos, pero el debió de haber notado algo en mi mirada porque dejo de sonreír y me vio fijamente. Estaba a punto de preguntarle qué había pasado cuando sus caricias aumentan y hubo un brillo de determinación en su mirada.

Poncho: no te vas arrepentir de nada porque esto se siente tan bien me susurra sobre los labios antes de presionarlos contra los míos. Yo no me pude resistir demasiado al sentir la presión de sus labios sobre los míos y me dejo llevar decidida a disfrutar de esta noche. Ya mañana me preocuparía de las consecuencias y de mi conciencia. Veo que Poncho se levanta e iba a protestar, pero al notar que se comenzaba a desnudar se muere cualquier queja que podía tener y me quedo viéndolo. El me lanza una mirada coqueta mientras se terminaba de quitar el pantalón quedando solo en boxers que mostraban su erección más que potente. Involuntariamente me muerdo mi labio inferior y me esparzo en la cama cuando él se acuesta a mi lado. El me comienza a desnudar y yo me dejo encantada disfrutando de sus sutiles caricias mientras lo hacía. Cuando me deja solo en ropa interior se acerca y comienza a besarme el cuello en el punto exacto haciendo que soltara pequeños gemidos de placer. Estaba tan absorta en sus besos que me agarro de sorpresa cuando hace que me dé la vuelta quedando en cuatro sobre la cama y siento como rápidamente me amarra las manos a la cabecera. Gruño suave volteando a ver como él estaba sonriendo muy satisfecho de sí mismo mientras comenzaba acariciar mi trasero que estaba expuesto hacia él.

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