Capitulo 42

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POV Any

Rápidamente pasan las tres semanas y el día que tanto había temido llego. Hoy regresábamos a la ciudad y mañana tenía mi cita con el obstetra. No podía posponer esto más y era hora que afrontara la situación. Temía saber la respuesta, pero estaba consiente que era necesaria más si en dos días tendría que afrontar a Poncho. Suspirando me miro en el espejo y hago una pequeña mueca al ver que mi vientre estaba un poco notorio debajo de mi camisa. Afortunadamente si usaba algo más ligero no de notaba para nada. Seguro nadie se daría cuenta de los cambios que estaba atravesando mi cuerpo al menos que me estuvieran analizando fijamente. Eso me aliviaba ya que todavía tenía un poco de tiempo antes de decirles a todos sobre mi embarazo. Julian y yo hacemos el viaje a la ciudad y el me deja en mi departamento y él se va a ver su novia ya que la tenía abandonada mientras estaba conmigo, pero me prometió que estaría a mi lado cuando fuera a ver mi bebe por primera vez. Nada más llegando dejo mis cosas en la habitación y me dirijo al baño para relajarme en la tina. Me sentía ansiosa por varias razones y sabía que tenía que mantenerme tranquila ya que no quería que todo este estrés afectara de manera negativa a mi bebe. Dios me estaba dando una segunda oportunidad y no quería desaprovecharla haciendo algo que pudiera lastimar a mi bebe. Me quedo en la tina un buen rato hasta que sentí que se desvaneció gran parte de la tensión. Cuando salgo voy directo hacerme algo de comer y de allí a la cama. Trato de no pensar en nada y liberar mi mente para poder dormir tranquilamente. Los próximos días serán un gran reto y necesitaba toda mi energía para afrontar lo que se avecinara.

A la mañana siguiente me despierto temprano con un nudo en el estómago. Una hora antes de que tuviera que estar en la oficina del obstetra llega Julian sonriendo grande. Yo me rio ya que me podía imaginar porque estaba de tan buen humor. Estando en el coche miro por la ventana hasta que me habla atrayendo mi atención.

Julian: lista para hacer esto? Sabes que pase lo que pase aquí estoy y tienes a muchos amigos más que estarán a tu lado me dice sonriendo y me toma la mano dándole un pequeño apretón. Yo le sonrió poniendo mi otra mano encima de la suya y asiento sonriendo.

Any: si lo sé y se los agradezco de corazón. Has estado siempre a mi lado y no tengo como agradecerte a ti y a Dios por eso. Nunca me has dejado sola y eso significa demasiado para mi le digo con un nudo en la garganta. El me mira medio divertido y toda ternura.

Julian: si tu intención es hacerme llorar lo vas a lograr te lo aseguro me dice riendo. Yo suelto una risa y me limpio las lagrimitas que se quedaron en mis ojos. Las hormonas ya hacían de las suyas y cada cuando me ponía a llorar por la mínima cosita. Llegando a la oficina de mi doctor me registro y nos sentamos a esperar. Cuando me llaman el doctor me saluda sonriendo y me rio cuando confunde a Julian como el papa. En parte quería decir que, si era el papa, pero al final decidí que era mejor decir la verdad. El doctor me hace preguntas de rutina, pero cuando me pregunta la fecha de concepción no supe que decirle así que le dije la verdad. Veo que momentáneamente me juzgo, pero rápidamente salió su lado profesional. Me manda hacer unos estudios de sangre para asegurarse que todo lo demás estuviera bien y en cuanto tuvo los resultados me dijo que era hora de ver a mi bebe. Me acuesto en la camilla que me indica y apaga las luces. Siento a Julian a mi lado y tomo su mano para sentir su apoyo.

Doctor: bueno aquí este frijolito es su bebe. Parece tener buen tamaño y ese corazoncito se escucha fuerte. En todo parece estar muy sano o sana. Por el tamaño y por las fechas que me ha dado diría que tiene unas 7 o 8 semanas de embarazo. Bueno te hare unas fotos que te puedas llevar y también concretaremos la próxima cita dentro de un mes. La enfermera te dará unas vitaminas que te tendrás que tomar todos los días como está indicado en el paquete. Felicidades me dice sonriendo antes de salir. Poco después entra la enfermera. Concretamos la próxima cita, me da las vitaminas y salimos de allí. Sabía que Julian se moría de la curiosidad por saber si sabía de quien era él bebe, pero estaba siendo demasiado prudente para decírmelo enfrente de todos en la sala de espera. Nada más llegando al coche siento su mirada sobre mí, pero quería torturarlo un poco así que en vez de responderle su pregunta silenciosa lo miro y le hago pucheros.

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