𝙁𝘼𝙍 𝙁𝙍𝙊𝙈 𝙃𝙊𝙈𝙀 ➥peter parker [CORRECIÓN]

➣ 𝟐

¿Qué fue lo que pasó?

Me desperté por la luz del sol y sentí una pulsación en la parte lateral de mi cabeza, donde seguramente tendría un chichón por la caída.

De lo primero que me percate fue que estábamos Pamela y yo igual en el suelo. La única diferencia era que ahora nos encontrábamos recargadas en la pared con una telaraña en mi mano izquierda y pude notar que ella también tenía una pero en la mano derecha.

—Pamela —dije su nombre intentando hacer que despertará. —Pamela —susurre de nuevo mirando a nuestro alrededor.

La comencé a sacudir pero la puerta se abrió y me permitió ver a un Peter Parker de carne y hueso parado mirándonos de forma analítica, no parecía molesto, pero tampoco nos recibió con una sonrisa Colgate, digo, y quién lo haría después de darte cuenta que dos locas con mal equilibrio entraron a tu casa.

El no parecía inquietado en lo más mínimo por nuestra situación, solo tomó asiento dedicándose a observarnos.

¿No querrá un privado, o sí?

—Y bueno, ¿Ustedes quiénes son? —preguntó pero yo sólo tomé aire mientras intentaba hacerme a la idea de que el Peter Parker de las películas estaba enfrente de mi y no solo eso, también quería respuestas, las cuales yo no podía dar.

Al mirar unos segundos cortos a la par de mi amiga, noté que empezaba a moverse un poco.

¡Al fin!

Observé cómo intentaba acomplarse al nuevo ambiente o más bien a estar tiradas en el piso como costales.

—Me duele mucho el culo —fue lo primero que dijo al reincorporarse, por lo cual no pude contener una "pequeña" risa.

Pude saber que mi risa no era tan pequeña como yo pensé ya que Peter y Pamela me miraban raro pero simplemente no podía parar de reír ya que sus expresiones me daban aún más risa, son de esos momentos en los cuales te mueves y golpeas con tu mano lo primero que esta a tu alcancé, mientras sientes como tus pulmones exigen oxígeno, el cual aún que quieras, no se los puedes dar.

—Pero, ¿Qué?... —comentó Peter mirándome, seguramente estaba más roja que un tomate por tanto que me reí.

—Esto va para largo, ¿no? —preguntó Pamela ya que la risa no parecía abandonar mi cuerpo, quería pronunciar palabra pero no podía.

Peter parecía un poco impresionado por mi nivel de risa que por sus expresiones debieron ser la de una drogadicta que amaba el crack.

—Lo..lo siento, ya estoy bien —hablé terminado de reír.

—Al fin —rodó los ojos. —Oye, ¿Por qué estamos en el piso?, Yo pensé que...espera, tú...¿¡Tú me sujetaste del cabello!?. ¿¡Por qué lo hiciste!?, ¡Pude quedar calva!.