➣ 𝟐𝟑

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𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖 𝙃𝙖𝙧𝙧𝙮

Hola. ¿Cómo están?. ¿Ya empezamos?.

¿Ésto ya está encendido?, ¿Amelia cómo se enciende?.

HOLA. ¿Me escuchan, me sienten?.

Espero y sí.

Bueno, supongo que muchos se quedaron con la duda de lo que pasó en el capítulo anterior, que por cierto no sé que tanto les contó la envidiosa de Amelia, y sí, envidiosa por qué la maldita no nos deja narrar.

Como sea, todos estamos en una orgía.

Orilla, perdón.

Todos estábamos en la orilla de la desesperación por que llevábamos más de veinte minutos atrapados en el maldito tráfico del infierno. Por lo general solíamos tomar el metro para evitarnos todo esto, pero ya que no observamos tanto movimiento por las calles pensamos que no haría falta. Mala idea.

—¿Entonces, ya todos saben el plan? —preguntó Peter y todos pusimos la mirada de: wey ya.

—Sí —respondió Pamela para evitar que siguiera hablando de que si el plan acaba en desastre nos cargaría la que nos trajo y un sin fin de cosas más que no estuve dispuesto a escuchar, por eso mejor encendí la radio.

Sonó una canción que según mis conocimientos era de folk rock y por un momento pareció aligerar el ambiente. O por lo menos el ambiente de la parte frontal, por que en la parte trasera estaban todos, bueno todos menos Ned. Él quería venir pero sus papás no le dieron permiso de salir por que tendrían una reunión familia y sepa que más en su casa. Por lo cual nos deja con Peter, Michelle, Alex y Amelia en esa área.

¿O sea imaginan que tétrico sería estar allá atrás con ellos?.

De seguro que hasta la tensión se podía sentir en el aire, suerte la mía que yo iba de conductor y me traje a Pamela por que me pareció la más normal en estos momentos, y por qué bueno. Por que en estos días me había dado cuenta que ambos compartíamos algo en común. Nos gustaba ver el mundo arder. :)

—¿Falta mucho? —me preguntó Amelia.

De que faltaba, pues sí faltaba mucho.

—No, ya casi llegamos.

Pamela me miró de reojo en señal de: Ay, Harry.

En el caminó no había mentido con decirles que faltaba bastante, por que si faltaba pero después de un rato los carros comenzaron a moverse y nos permitieron avanzar más de la cuenta. Hasta pude sentir que los angelitos nos cantaban desde el cielo “Hallelujah”. Pero claro, en lo que llevamos de tiempo no me había dado cuenta que ninguno emitió sonido además de uno que otro comentario de Pamela quejándose del clima.

¿Sospechoso, no?

Miré de forma rápida por el espejo. —¿Todos siguen vivos atrás?. —les pregunté, y por un momento sí me asuste pero después de unos segundos la mayoría me respondió con un bajito y a la vez cortante: Sí.

Ah, bueno.

Seguí conduciendo entonces. Me dediqué a pensar una vez más en el plan que nos había dicho Peter, nos apegamos al suyo y no al de otro por que la verdad a ninguno se le había ocurrido algo sensato. Si de por si ya me estaba jugando el pellejo por ayudar, ahora si hacíamos una babosada acabaría más hundido que el Titanic.

El plan se basaba en entrar en uno de los almacenes que mi papá tenía en la ciudad, tal vez dirán. ¿Ustedes estan pendejos o qué?. Bueno sí, sí estamos para que digo que no. Pero contábamos con la suerte de que esa misma noche ninguno de los Seis Siniestros se encontraría vagando por los alrededores. Mucho menos mi papá.

𝙁𝘼𝙍 𝙁𝙍𝙊𝙈 𝙃𝙊𝙈𝙀 ➥peter parker  [CORRECIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora