VOY a volver al estudio a trabajar –Niall alcanzó su bastón para levantarse de lamesa donde habían comido la sopa en absoluto silencio.
Había sido un silencio incómodo. Un silencio lleno de conciencia. Conciencia mental yemocional. Pero, sobre todo, física.
Niall aún no podía explicar por qué se sentía atraído por aquella fisioterapeuta difícily decidida. Nunca antes se había sentido atraído por chicas de pelo marrón de ojos caoba y estaturamediana. Las mujeres respondonas nunca le habían resultado interesantes. Jane McKinley era todas esas cosas y más.Como por ejemplo su testarudez al negarse a abandonar Mulberry Hall.Pero el hecho de que no quisiera irse no significaba que él tuviese que estar en lamisma habitación que ella.
–No quiero que me molesten el resto de la tarde, pero puedes ir a buscarme cuando lacena esté lista –dijo cuándo me levanté a limpiar la mesa.
–Sí, milord –me di la vuelta para hacerle una reverencia–. Desde luego, milord.
Niall tomó aliento y me miró con desconfianza. Antes había dado por hecho que no sabía nada sobre la historia de la familia St Claire. No había dado muestras de haber relacionado a su familia con los duques de Stourbridge cuando habían hablado antes, ni de saber que él era un lord en realidad.
En aquel momento tampoco parecía saberlo; en su expresión sólo había burla.
Niall se relajó.
–Si realmente fuera un lord y hubiéramos retrocedido en el tiempo cientos de años, entonces te habría echado a la calle para que te murieras de hambre por tu insolencia.
Negué con la cabeza.
–Entonces tengo suerte de que la época de los señoríos feudales acabara hace tiempo.
Tal vez alguien debería haberle mencionado eso al hermano mayor de Niall. Lucan no deseaba usar su título, al igual que Niall y Gideon, pero era tan arrogante como se decía que habían sido sus antepasados.
–Sí, mucha suerte –continuó Niall–. En cuanto a lo de la cena, creo que dijiste que una dieta sana era fundamental para mi tratamiento.
–¿Deduzco por ese comentario que tienes intención de aceptar sólo las partes del tratamiento que te convengan?
–Por supuesto.
Nunca había conocido a alguien como Niall Horan. Nunca antes había deseado abofetear a un hombre al mismo tiempo que también deseaba experimentar la pasión de sus besos.
–Me temo que no funciona así.
–Tú no le temes a nada, Jane.
¡Él no tenía ni idea!
–¿En qué estás trabajando en el estudio?
–En nada que sea asunto tuyo –respondió Niall.
Parecía imposible pasar a un tema menos interesante. El verdadero problema para mí era que, incluso cuando no estábamos metidos en una de esas irritantes conversaciones, seguía siendo muy consciente de él. Incluso sentarme y comer con él había sido una dura prueba para mi autocontrol.
No había parado de mirar las manos de Niall mientras comía, recordando como esas manos me habían acariciado la espalda antes hasta despertar un fuego de deseo dentro de mí.
¡Tal vez debería marcharme después de todo! Admitir la derrota y marcharme sin más antes de verme tentada a hacer algo de lo que me arrepentiría sin duda.
No, no podía marcharme.
Entre los dos, Richard y Rosalinda Newman habían convertido mi vida en Londres en un infierno. Simplemente me negaba a que la presencia de Niall me obligara a regresar hasta que Joey no le hubiera asegurado que esa pesadilla se había acabado.
–¿Hay algo que quieras que le diga a Lucan cuando hable con él esta tarde? –pregunté.
Niall me miró con el ceño fruncido.
–Dudo mucho que mi hermano espere que le des un informe minuto a minuto de mis progresos.
–O de la ausencia de los mismos –respondí.
–Así es –confirmó Niall.
–Es cierto, probablemente no lo espere –admití–. Pero como no tengo nada mejor que hacer esta tarde…
Niall sabía que estaba desafiándolo, amenazándolo con lo que Lucan pudiera pensar de él. Una amenaza completamente inútil en lo que a él concernía.
–Dejé de sentir asombro por mi hermano cuando me di cuenta de que tiene que ir al baño como el resto de la humanidad.
–¡No necesitaba esa imagen, muchas gracias!
Niall se encogió de hombros.
–Créeme, es un buen recurso en casi cualquier circunstancia.
–En el caso de Lucan, es un recurso del que podría excluir.
–Haz lo que quieras –respondió Niall–. Normalmente ceno sobre las siete.
–Eso cuando cenas.
–Ya que has insistido en quedarte aquí –dijo él con una sonrisa burlona–, espero comer regularmente.
No estaba segura de a qué apetito se refería Niall, pero tenía sus sospechas…
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ya escucharon la nueva cancion de One Direction Steal My Girl ??? es demasiadoo buena en la vidaa !!! les dejo el link para que la puedan escuchar !! besossss xoxoxoxo
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A Dangerous Millionaire (Niall Horan)
FanfictionÉl se comportaba como una fiera, pero ella se sentía desfallecer en sus brazos. La fisioterapeuta Janine McKinley se quedó de piedra al ver que su último cliente era el cantante Niall Horan, al que siempre había admirado. Ahora ella tenía que enfre...