Señor TATA [BTS]

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El pálido se levantó de su cama, sentía la garganta seca. Observó a un lado de la cama y ahí estaba su esposo, ese moreno que había entrado a su vida como un jodido intruso. Pero... que con el tiempo lo fue enamorando.

Suspiró, aceptaba que estaba muy estúpidamente colgado por ese hombre que tenía el don de romper cualquier cosa, pero jamás lo iba a decir en voz alta.

Todo fue un maldito error.

Sacudió su cabeza y se encaminó a la cocina; paso al lado de la habitación de su hijo y como todo estaba en silencio le fue fácil escuchar los sollozos del menor.

Arrugó el entrecejo y abrió la puerta despacio. La lamparita de noche que Seokjin -su hermano- le había regalado al pequeño estaba encendida y Taehyung estaba sentado en medio de su cama, dándole la espalda mientras temblaba. Yoongi sintió el impulso de ir a abrazar al castaño, pero solo lo observó.

–S-señor TATA... ¿po-por qué nací...?... ¿fui un error como mis compañeros di-dicen?...– el menor se mordió los labios tratando de que no se escuchará nada– es por eso que... no me dan cariñitos... ¿verdad?

Tae se acercó a abrazar a su muñeco favorito. El corazón del pálido estaba por los suelos después de eso.

–Quiero que... que tío Jimin, tío Jin y tío Kookie me lleven con ellos...– susurró el castaño triste– ellos me dan abrazos... me cuidan... me quieren...– dijo acurrucandose, vencido por las lágrimas y el sueño.

Yoongi llevo una de sus manos a su pecho apretando la tela de su camisa. Unas cuantas lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

Los segundos pasaron y cuando tuvo la valentía para acercarse al niño dio un paso al cual le siguieron más hasta quedar frente a Tae; el pequeño tenía rastros del dolor en toda su carita y entre sus brazos estaba el peluche que su madre le había dado hace un año, el Señor TATA estaba bien protegido por su hijo.

Yoongi se inclinó un poco y tomó a Taehyung entre sus brazos para acomodarlo y que no amaneciera adolorido, lo observó y no pudo evitar sentirse una mierda. Su hijo estaba siendo lastimado desde muy pequeño y por nadie más que ellos dos.

Realmente ¿en qué estaba pensando?

Lo devolvió a la suavidad del colchón y antes de soltarlo beso su frente, lo arropó junto al muñeco de corazón.

Salió de la habitación y se dirigió a la suya. Ya no quería comportarse a si con Tae, estaba alejando a su hijo de su lado... finalmente se había dado cuenta que ese pequeño no tenía la culpa de nada.

¿Podrá reparar el daño que le hizo a Tae?

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