Señor TATA [BTS]

4

-N-no Tae... no te voy a castigar- susurro limpiado las lágrimas que habían salido de sus ojos.

-¿N-no?- pregunto inseguro y algo sorprendido. Levantó un poquito su carita, pero no sé movió de donde estaba.

-No- dijo seguro Yoongi observando al pequeño con tanto arrepentimiento- aún... ¿aún tienes hambre?- pregunto caminando hacia el niño, este bajo la mirada y asintió levemente.

Observó la caja de cereal, el tazón, la leche y la cuchara que aún estaba en el suelo... no tenía recuerdo alguno de haberle hecho alguna vez el desayuno a su hijo y tampoco a Namjoon.

¿Tan hijo de puta había sido?

-¿Quieres que te haga el desayuno?- pregunto atreviéndose a tocar los cabellos de su bebé. Tae tembló ante el toque y se sorprendió.

Sus ojitos brillaron y levantó la cabeza ¡su papi Yoongi lo había tocado y le quería hacer su desayuno!

-¡Si!... digo, si por favor papá Yoongi- volvió a bajar su cabeza.

"-¡Nada de niñeras Kim Taehyung! ¡Nada de papi. Es papá o padre y punto!-" había dicho Namjoon con una seriedad helada. Tae había comprendido eso cuando por primera vez puso un piecito en esa casa.

Yoongi dejo de tocarlo y sintió su corazón otra vez tironear con dolor y furia hacia el mismo. ¡¿Pero qué mierda les había pasado a ambos para tratar así a su propio hijo?!

-Esta bien, ¿puedes esperar unos minutos?- el menor asintió y corrió para poder tomar a su peluche y sentarse en una de las sillas. Tratando de que su pansita no insistiera más por comida.

Yoongi observó que Tae hablaba con el muñeco de corazón en susurros. Sonrió un poquito y se dispuso a cocinar un delicioso desayuno para él, su hijo y... su esposo.

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Un delicioso aroma llegó hasta la nariz de cierto moreno, su estómago gruñó y con lentitud abrió sus ojos. Se dio cuenta de que su esposo no estaba aún lado de él y bostezo estirándose.

Se levantó del suave colchón y se dirigió al baño. Pasaron los minutos y después de hacer lo que necesitaba, se dirigió a la cocina, de donde venía ese delicioso aroma.

Se sorprendió de ver a Taehyung jugando en la mesa con su muñeco favorito y a Yoongi cocinando. Observó al pálido y no pudo evitar sentirse "extraño" por la imagen tan cálida que le estaba dando.

Desvío su vista a su hijo y arrugó el entrecejo, Tae antes estaba hablando y sonriéndole a su peluche, sin embargo, ahora se encontraba lo más quieto posible y con la cabeza gacha.

Namjoon se acercó hasta sentarse a un lado del pequeño y este tembló.

-Bu-buenos días papá Namjoon- saludo el menor respetuoso.

Nam se sintió raro.
Aunque siempre lo saludaba a así su hijo... en ese momento no le había gustado para nada.

Yoongi escuchó el tembloreo en su vocesita y se volteó para ver a su esposo recién levantado, se sorprendió al ver la confusa mirada del moreno.

-Buenos... días Namjoon- saludo algo sonrojado el pálido mientras dejaba un plato lleno de deliciosa comida frente al nombrado.

Kim realmente estaba desconcertado. Era la primera vez que realmente se daba cuenta del miedo de su hijo y también de lo cálido que podía llegar a ser Yoonnie.

-Vamos Tae, come- el pálido acarició el cabello suave de su hijo y este volvió a temblar asintiendo.

El menor con algo de torpeza trato de alcanzar unos palillos pero no llegaba, Yoongi se había dado la vuelta y le daba realmente pena y miedo pedirlos, pero si se paraba en la silla podía regar algo. No sabía que hacer, quería llorar. No quería que lo castigarán y tampoco que lo regañaran.

Namjoon suspiró sintiendo su pecho comprimido, agarró los palillos para niños que eran del menor y se los acercó. El niño levantó su cabecita sorprendido y quiso sonreír pero el serio rostro de Kim lo asustó así que volvió a bajar la mirada y tomó con cuidado los palillos.

–Gracias, papá Namjoon– susurró y se dispuso a calmar los ruiditos y el dolor de su pansita.

Namjoon otra vez se sintió incómodo por el actuar de su hijo.

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