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Una semana había pasado y el pequeño Tae estaba verdaderamente confundido, el comportamiento de sus padres era muy raro, demasiado raro. Su cabecita trataba de descifrar lo que estaba pasando pero no llegaba a ninguna conclusión, ni siquiera cuando le pregunto a Señor TATA, este le respondió.

Porque vamos, su papi Namjoon jamás lo había llevado al colegio, él se iba solo, su papi Yoongi no le hacía almuerzo, sino que más bien le enviaba dinero para que se comprara de comer en la cafetería; su papi Namjoon jamás le ayudaba con la tarea porque se iba a atrabajar, sus papis no llegaban temprano de sus trabajos. Así que tenía que ser un niño grande y responsable; Taehyung se la pasaba solo en su casa, haciendo como podía las tareas, preparándose cereal de almuerzo, jugando con su muñeco preferido, a veces en cilencio -no había nadie, pero de todas formas era precavido- se escabullia a la habitación de sus padres y se subía a la gran cama para poder dormir un ratito, tranquilo y deseando que ellos estuvieran ahí con él... a veces quería un hermanito... pero no sabía cómo pedirlo. Le daba miedo que lo regañaran y castigarán.

A veces veía el álbum que Yoongi tenía en una estantería del armario de la habitación.
Sonreía y le decía al Señor TATA que le encantaba ver que sus papis sonreían en algunas fotos, se abrazaban, simplemente se veían o estaban juntos.

Pero no había ninguna de él o con él cuando era bebé. Eso le entristecía un poco.

Sin embargo, el pequeño ya no podía hacer eso porque su papi Yoongi se quedaba en casa hasta la tarde y cuando venía su otro papi, el pálido se iba para que está vez lo cuidará Namjoon.

Todo estaba muy raro.
Y... le daba miedo...

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–¡Abuela!– chillo el niño corriendo en dirección de la sonriente mujer que se agachó extendiendo sus brazos para abrazar al pequeño.

–Hola precioso ¿cómo has estado?– pregunto la madre de Yoongi, acariciando los sedosos cabellos de su nieto.

–Bien. ¿Cómo ha estado usted abuela?– interrogó Tae sosteniendo el muñeco que ella le había regalado.

La señora Min se contuvo de fruncir el ceño.

–TaeTae ya te he dicho que me trates de tú... no hay necesidad de ser tan formales– dijo con dulzura la adulta, observando de re-ojo que su yerno e hijo estaban entrando con algunas cosas que ella le había pedido a Yoongi.

–No puedo, usted merece respeto, eso me han enseñado en el colegio y mis papás. No es correcto que un niño se dirija a una persona adulta tan imprudente. Es de mala educación– dijo lo que Namjoon había dicho aquella tarde cuando se dirigió a la madre del moreno con tanta confianza.

"–Solo los mocosos insolentes se dirigen de manera irrespetuosa a sus mayores–" la mirada que le pegó le hizo entender que él era un mocoso insolente y que no debía de volver hacerlo.

Mientras que la mujer se había quedado sorprendida por la manera de expresarse de Tae...
Manera que no era de un niño de seis años.

–¿Omma?– interrogó el pálido hacia su estupefacta madre. Ella parpadeó y frunció el ceño.

–Hola hijo... hola Namjoon– dijo sería. Observando como su adorado nieto se sentaba en uno de los sillones y ahí se quedaba quieto, sin atreverse a levantar la cabeza.

El pálido trago en seco, sintiéndose mal por como se comportaba su hijo. El pesor en su corazón no hacía más que aumentar.

–No tardan en venir los demás... Yoongi ayudame en algo... ven– la señora estaba dispuesta a regañaran y corregir a su hijo.

Mientras que Namjoon y Taehyung se quedaron en la sala... solos.

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Señor TATA [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora