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Tae estaba frente a la puerta, nervioso y asustado; no quería ser regañado, pero si eso hacía sentir mejor a su papi, lo iba a hacer.

Tocó y nadie respondió, volvió a repetir los toquecitos pero lo mismo sucedió; ni un ruido, parecía que no había nadie.

Se armó de valor y soltó un pequeño suspiró dándose ánimos. Tomó entre sus manitos la perilla y la giró despacio, no quería hacer mucho ruido.
Todo estaba casi oscuro, la única iluminación fue la ventana abierta y la luz del pasillo, se adentro con pasos temblorosos y su vista se posó en el bulto que estaba en la cama.

–Papá– susurro casi inaudible, Namjoon no sé movió– papi...– volvió a intentar a pesar de que sabía que no debía llamarlos así.

Pero Namjoon no sé movió otra vez. Así que aún con pasos temerosos se acercó hasta quedar frente al mayor.

–Appa... perdón por hacerte llorar... yo quiero verte feliz... seré un niño bueno, lo prometo. Ya no voy hacer nada que te enoje... y-yo hoy le pedí a mis tíos qu-que me enseñaran a cantar... quiero ayudarte cuando sea más grande, ahora soy un niño tonto, pero pronto voy a crecer y voy a hacerlos felices a los dos... te quiero papá Namjoon– susurro el menor, se acercó más a uno de sus padres y quiso dejar un besito en su frente... pero se arrepintió.

"–No quiero besos, abrazos o esas cursilerías que son para bebés, Taehyung–" había dicho el moreno después de que su hijo le haya querido demostrar su amor a través de ese contacto y un regalo por el día del padre.

Se alejó apretando los labios y se fue de ahí dejando a un Namjoon llorando y sollozando todavía más, cuando escucho las palabras de su hijo.

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Señor TATA [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora