Señor TATA [BTS]

16

–¡Eso Tae! ¡pegale al duro al topó!– sonrió Yoongi emocionado viendo como su pequeño hijo jugaba en una de las máquinas que habían en el restaurante familiar que habían escogido.

El niño salto emocionado cuando los pequeños tickets comenzaron a salir y fueron bastantes. Esos iban a ser intercambiados por una capa  roja que había visto al entrar al lugar.

–¡Papi! ¡papi! ¡gane mucho!– Tae corrió en dirección del pálido, quien estaba congelado en su lugar por como lo había llamado su hijo.

Su pecho se sintió más cálido, una sonrisa quería escaparse de sus labios y las ganas de apachurar al castaño eran casi incontrolables.

Por otro lado, Taehyung al darse cuenta de cómo había llamado a su papá, llevo sus manos a su boquita y deseo que Señor TATA no se hubiera quedado al cuidado de su otro papá.

Tembló y cerró los ojos fuertemente, esperando cualquier cosa... menos un beso en su frente y que lo alzarán en brazos.

–Por favor... repitelo TaeTae...– murmuró sin querer soltar a su hijo.

El castaño se acurrucó más en el cuello del pálido y suspiró sintiéndose bien.

–Papi– susurro tímido.

El pálido finalmente sonrió y todo a su alrededor se desvaneció por unos segundos. La voz de su esposo lo trajo otra vez a la realidad, volteó con Tae aún en brazos y se acercó hasta el moreno.

–La comida ya está lista ¿vamos?– ambos asintieron y Nam colocó una de sus manos en la cintura del mayor.

Yoongi se sonrojo y suspiró sintiendo su pecho estallar de todo lo que sentía.

¿Por qué mierda se había perdido este tipo de cosas desde un principio?

Se sentía tan idiota.
Namjoon compartía su sentir también.

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Taehyung estaba estudiando y Namjoon había ido a trabajar a la empresa que sus padres habían unificado, también era el lugar donde trabajaba el pálido, quien iba a ir en la tarde.
Así que Yoongi se encontraba solo en la casa, bueno, en unos minutos ya no lo estaría.

El timbre de la casa sonó y él se levantó del sillón en donde esperaba aburrido a su mejor amigo. Abrió la puerta y se topó con unos alegres ojos gatunos junto a una linda sonrisa.

–Hola Zico– saludo el pálido devolviéndole levemente el gesto.

–Hola Suga ¿me dejaras pasar o hablamos aquí?– dijo con algo de diversión el mayor. Yoongi rodó los ojos y se hizo a un lado para que su amigo entrará.

–¿Cómo has estado? ¿tu viaje estuvo bien?– interrogó Min, Zico suspiró, apenas había regresado de su cansado y largo viaje a Tokio, no se quejaba, realmente lo había disfrutado a pesar de ser de trabajo.

–Mmm, no estuvo mal; realmente me gustó, pero hubiera sido mejor si eran vacaciones y no asuntos de trabajo– hizo un puchero infantil sacándole una risa burlona al contrario– pero dime ¿cómo has estado? ¿Namjoon y el pequeño Taehyung?– interrogó.

La mueca de su pálido amigo le hizo fruncir el ceño.

–Depúes de casi dos meses de haberte ido... creo que tenemos mucho de que hablar– murmuró Yoongi bajando un poco la mirada.

–Bueno, tenemos toda la mañana para ponernos al día, así que empieza a hablar amigo– le sonrió con suavidad Jiho.

Min Yoongi le contó todo.
Jihon solo escuchaba...

El futuro es incierto... y la vida, una perra...

¿Verdad Yoongi?

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