Señor TATA [BTS]

3

TaeTae abrió sus irritados ojitos y los sobo sentándose en su cama, llevo su manita a su frente recordando el besito que soño. Un angelito de piel pálida se lo había dado.

Se bajó del mueble y se dirigió afuera de la habitación en pasos algo silenciosos, tenía hambre pero sabía que no debía de despertar tan temprano a sus papás cuando era fin de semana, no quería que lo regañaran tan temprano.

Apretó entre sus bracitos al señor TATA y se adentro a la cocina, no había nadie. Suspiró y dejó a su peluche en la mesa mientras jalaba una silla y la colocaba enfrente de la encimera para poder bajar un plato y el cereal de la estantería.

Bajo una cosa por una para no hacer un desastre o ruido, lo coloco junto a TATA, después le siguió la leche. Hizo un puchero cuando se dio cuenta de que le faltaba una cuchara, busco en los cajones y encontró. Tomó la cuchara, pero no la sostuvo bien así que fue a parar al suelo, causando un golpe seco.

Hizo una mueca y escuchó como unos pasos apresurados se dirigían hasta donde estaba él, se asustó, no quería regaños.

Cruzó sus manitas detrás de su espalda y bajo la cabeza cuando vió la cara sería de su papi Yoongi.

El adulto iba hablar, pero Tae lo interrumpió.

–L-lo siento papi... digo papá... Y-yo tenía hambre y... y-y se me cayó la cuchara...– el menor ya estaba temblando, él de verdad no quería ver a Yoongi enojado... le daba miedo– ¡perdón por haberlo despertado!– e hizo una reverencia para no ser castigado como la última vez.

Yoongi solo veía a su hijo. La garganta la tenía atorada por el dolor, quería pegarse un buen puñetazo por haber influido tanto temor en el pequeño de tan solo seis años.

–Taehyung...– no pudo decir más y su voz sonó ronca, cosa que hizo que el nene se encogiera más en su lugar.

–P-por favor... n-no me castigues– le tembló la voz al castaño, sus ojitos picaron y no levantó su mirada del piso.

Yoongi se odio tanto.

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