17 | Heart.

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Ray.

          En ese momento pensé; Déjenme con mi infierno, me lo he buscado yo sólo. Es lo que merezco, no hay nada más que pueda hacer. Ya estaba rendido.

Sin embargo, otra pregunta llegó a mi mente...

¿Qué es lo que he hecho exactamente para recibir todo esto?

Nada... No he hecho nada...

¿Ese fue el problema? ¿El no haber hecho nada? ¿El no enfrentarme a las situaciones como debería?

Pero entonces, otro recuerdo llega a mi mente...

Una vez yo enfrenté a aquellas personas que intentaron abusar de mí... Con golpes y burlas.
Intenté detenerlos... Tratar de poner una barrera, ya que nada los detenía.

Intenté acudir a varios adultos, amigos o conocidos que creía, podían haber ayudado. Pero no fue así. Un simple; “Entiendo.” Para después ser ignorado era lo que recibía.

Por ello fue que aquella misma tarde terminé con varios golpes en mi cuerpo, raspones y sangre.

Llegué a casa, con dolor de cabeza, con llamas batiendo mi cuerpo lentamente hasta hacerlo agonizar... Cierto. Por un momento me había olvidado de aquel día.

Entonces, ¿Por qué?

Nadie hizo nada, todos los oídos sordos se acercaron a mí fingiendo ponerme atención. Como siempre...

Es frustrante... Muy, muy frustrante.

Sólo hasta que aprendes a vivir con ello en tu día a día. Claro que ese sentimiento amargó jamás pasará, pero si se aprende a ignorarlo, extrañamente todo se vuelve blanco y negro, entonces se deja de sentir.

Sólo los latidos calmados de tu corazón permanecen a tu lado haciéndote ver tu parte humana y cuerda que siempre va a estar contigo.

Pero últimamente estos se aceleran cada que pienso en Norman... Un niño que ni siquiera es mi amigo, tal vez sólo se burla a mis espaldas, de seguro... Pero tampoco puedo verificar nada.

Aunque no parece ser ese tipo de chico que comenta sobre los demás por las espaldas.

Pero quién sabe...

...Las apariencias suelen engañar muy a menudo.

Sus acciones parecen buenas, pero se está metiendo en terreno peligroso, y si no se detiene puede acabar muy mal.

Sea cual sea su propósito, él no debe de preguntar por mí, jamás.

Puede estar corriendo peligro justo ahora.

.

.

.

.

Norman.

        Tan sólo dos días después, me he dirigido de nuevo a casa de la señora Isabella.
Y aunque parece más calmada, las ojeras bajo sus ojos hacen notar demasiado la falta de sueño.

—¿No ha salido nada nuevo de... Ray?— Su nombre tiembla sobre mis labios drásticamente. Calló de forma inmediata y volteó hacía el suelo un poco temeroso... Mis ojos han captado a ambos policías dentro de la casa, a tan sólo unos pasos detrás de la mujer.

—No, pequeño.— Me contesta con pesadez.—. Lo siento mucho.— Ya no llora, pero en su voz se puede notar lo dolida que está. Son como palabras rasgadas en papel de lija.

Un latido doloroso se hace presente en mí, pero no evita que suspire y miré alrededor buscando las palabras correctas por las cuales empezar.

Y aquellas que son el motivo verdadero por el que he venido.

Past.© [Ray x Norman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora