Ray.
Camino... No sé cuanto ha pasado... Pero incluso mis piernas han dejado de temblar como al salir por primera vez.
Piso ramas que truenan bajo mis pies, pero no importa, ya que sé que estoy lo suficientemente lejos.
Y es imposible que alguien me escuché.
Los minutos pasan y mis pies duelen, pero no me detengo.
Por más duro que sea, tengo que seguir. Desafortunadamente así es.
Aunque...
¿Realmente estoy yendo hacía algún lado?
Sé que llevo caminando horas, y aún no he podido si quiera llegar al borde de la carretera.
...Todo es confuso...
Pero entonces... La cabaña se asoma frente a mis ojos una vez más.
No, no, no, no, ¡No!
¡¿Por qué?! ¡¿Acaso sólo estaba caminando en círculos todo el tiempo?!
El lugar todavía parece desolado, y mejor aún, porque puedo volver a retomar un camino.
Está vez recto y sin errores.
Evito la histeria y continuo tranquilamente.
Lo más que puedo en esos momentos.Y así, por otros treinta minutos...
Hasta llegar de nuevo al costado derecho de la desgastada cabaña...
¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición!
Corro de nuevo...
Una y otra, y otra vez.
Pero siempre llegando al mismo destino.
¡¿Por qué?! ¡¿Por qué siempre al mismo lugar?!
Lo recuerdo perfectamente; Al llegar a la carretera no caminamos mucho, sólo atravesamos unos cuantos árboles.
¡No era tan difícil!
Entonces... ¿Por qué?
¿Acaso tan sólo fue una mala percepción mía y en realidad llegamos más allá de lo que pensé?
Lo que más duele, es que es lo más probable.
Me siento, ya exhausto, en una roca cualquiera a tan sólo unos centímetros.
Sé que no debería de estar aquí, pero ya no sé a donde ir. He perdido la ruta totalmente.
Dejó unos minutos pasar conforme recuperó la respiración, la noche se acerca tortuosamente.
—Tú... ¿Qué haces ahí?
Y entonces, aquella voz me sorprende más de lo esperado. Sé de quién es y me niego a voltear.
¡Gran momento! ¡Jodido gran momento para que me pasará algo así justo ahora!
Estoy cansado y no puedo hacer nada, me duelen mucho los pies, tampoco pienso en correr sabiendo que no tengo oportunidad.
Aquel viejo se acerca y toma mi mano con fuerza.
—¡¿Quién te ha dicho que salgas?!— Oh no... Él está enojado. Muy, muy enojado.—. ¡Tú no puedes hacerlo! ¡Lo tienes prohibido!
Me lleva prácticamente a rastras hasta llegar a dentro.
Sé que estoy perdido...
Sus manos son fuertes, tan sólo un golpe de estás es capaz de dejarme inconsciente, y le temo a eso.
—¡No quiero que algo así se repita! ¡De lo contrario te mataré! ¡¿Me escuchaste?! ¡Te mataré!
Me mira con odio, sin soltarme y dejando aquella cuerda de lado.
Creo que ya no la usará, pues ahora saca un par de cadenas...
No... No quiero volver a estar de esa forma... Ya no más...
Su mano no suelta la mía por más que lo intentó, es lo último que parece querer hacer.
Pone más fuerza en su agarre y yo, sin pensarlo, sacó el cuchillo que tomé con mi mano libre de debajo de mi ropa.
Quiero matarlo... Quiero que me suelte... Debo matarlo...
Cuando él me observa, yo bajo a su estómago y pongo todas mis fuerzas en aquel agarre del mango blanco.
Me lanzó hacía él.
Primero se escucha un agudo grito de dolor, luego por el miedo, retrocedo dejando el arma clavada en él.
Quiero volver a correr, sin embargo, mis cabellos son jalados con violencia.
Hay un ruido seco que causa el golpe de aquella arma chocando contra el suelo.
¡¿Por qué no se muere?!
Hay muchos “Por qué” en mi mente, varios de ellos no tienen una respuesta definitiva y se van sumando cada vez más.
¿Qué debo hacer ahora?
—Maldición, ¡Déjame ir de una vez! ¡¿Qué he hecho para recibir esto?!— Gritó, eufórico y exasperado lo enfrentó como todo este tiempo evité.
—¡Callate!— Exclama aquel hombre, tomando de mi cuello con ambas manos.—. ¡Tú eres mío! ¡¿Escuchaste?! ¡Mío! ¡No voy a dejar que nadie más aprecie tu belleza como yo lo hago! ¡Me perteneces! ¡Si es necesario que abra tu estómago para tatuarte mi nombre, ten muy seguro que de verdad lo haré! ¡O si tengo que quemar toda tu preciosa cara para que nadie más te admiré, también lo haré! ¡¿Me escuchaste?! ¡Eres mío, MÍO Y SÓLO MÍO!
Callo ante su mirada y veo como levanta su puño casi en enfrente de mi rostro.
—¡Mataré a todo aquel que intente acercarse a ti! ¡A cualquiera que intente apartarte de mi lado! ¡Incluso a ti!— Y finalmente, su puño recae en una de mis mejillas, seguido de otro casi de forma inmediata.—. ¡Si matandote me puedo quedar con tu precioso cuerpo sólo para mí, no dudaré ni un segundo en hacerlo!
Lentamente pierdo el conocimiento.
Escupo un poco de sangre y mi visión está borrosa.
Antes de caer totalmente, puedo escuchar a aquel hombre hablar una última vez al mismo tiempo que otro golpe recae sobre mí.—¡Creeme que no me molestará tampoco ir ahora mismo y matar a ese bastardo de cabello blanco que tanto te ama!
Ah... ¿Se está refiriendo a Norman?
No lo sé... Mi mente está muy borrosa y no puedo pensar ni ver nada con claridad.
Matar, matar, matar.
Es lo único que escuchó de sus labios mientras me sigue golpeando.
Luego todo se queda en un total silencio abrumador acompañado de oscuridad.

ESTÁS LEYENDO
Past.© [Ray x Norman]
FanfictionJamás intentes buscarme. Nunca me encontrarás. No me mires con lástima. No la necesitó. Guarda esas palabras y llantos de dolor. Yo no lo valgo. Deja de tratar. No vas a entender el dolor por el que pase. Sié...