El timbre de descanso suena. Y así mismo, Ray sale por primera vez del aula en mucho tiempo.
Ya no quiere quedarse dentro.
No cuando tiene que contemplar aquella pesada mirada que se queda sobre de él por todo aquel rato...
...Sin descaro alguno...
No tiene ningún rumbo en particular, camina exasperado por el borde de una jardinera en la que yacen algunas ramas y rosales ya secos.
No es muy tarde, siguen siendo las diez con treinta minutos, pero el sol raspa cruelmente su piel.
Genial.
En sus manos, el libro que carga es bastante grueso y voluminoso, le encanta.
Desde hace tiempo se volvió un tipo de amante extrañó por la lectura, no científicas, pero si prolijas, casi siendo un extenso degustador de cuentos mágicos.
Ray suele buscar un espacio vacío, cálido y con sombra en donde pueda finalmente hallarse tranquilo lo que restaba del tiempo.
Y así lo ha hecho;
Bruscamente se sienta al borde de un pequeño callejón entre medio de algunos salones vacíos; Abre su libro y comienza una lectura amena.
Deseando que nada le moleste entonces.
¡Eres un idiota! Oh, genial, ahí va de nuevo. ¿Acaso no puedes hacer algo por ti mismo? ¿Quieres que Emma te ayude a resolver esto también?
No, en absoluto.
Eso es lo último que desea.Norman busca en el bolsillo de su pantalón, pocos segundos después, saca una brillante moneda cualquiera, la observa por escasos segundos antes de voltear y ver a Emma charlando con algunos otros chicos que no conoce.
Vuelve su vista al frente; Topándose con el zapato negro que ya tan bien conoce desde la distancia.
Lanza la moneda descaradamente hasta él.
Es algo estúpido, pero si funciona y aquello amerita una conversación, todo habría válido la pena, ¿O no?
Un leve tintineo cae a su lado, Ray observa la brillante moneda haciéndole compañía. La toma y, dispuesto a dejarla en el mismo lugar, otra voz le ataca repentinamente.
—Esa es mía.
Levanta su mirada, observando la gélida mirada del chico peliblanco.
Curiosamente, no le causa tanta ansiedad como las otras.
Aquel sentimiento es extraño, muy extraño a su parecer.Sin embargo, su entorno parece haberse calmado.
Internamente, agradece aquello.
Le devuelve el dinero sin pensarlo dos veces, pensando en que aquel chico se ira, vuelve su mirada a la lectura.
Más de nuevo es interrumpido.
—Oh... Ese libro lo leí hace tiempo, es... Realmente interesante.
Ray sabe que con eso está mintiendo.
Aquel peliblanco ni siquiera ha visto el título o si quiera la portada.Intenta jugar con él.
Pero aún así asiente, ese chico parece sumiso, es tímido, más que él podría decirse. Pero le ha parecido linda aquella actitud tan rebosante de inercia.
—Hummm... Yo...— Quiere volver a tomar la palabra, pero es evitado.
—¡Norman!— Tras desviar su mirada, observa a Emma llamarlo desde la distancia.—. ¿Vas a quedarte ahí?
Inmediatamente, Norman se niega tras unos segundos. No tiene más ideas.
Lo que ha hecho ahora... Puede ser llamado; “Avance.” ¿Cierto?
—Ahí voy.
Voltea hacía Ray buscando despedirse. Más nada sale de sus temblorosos labios y sólo puede hacer una reverencia algo torpe.
Es lindo... Pensó Ray en ese entonces tras verlo marchar.
—Norman...— Susurró luego de observar sólo su rastro, aquel por donde se había marchado.—. Es un buen nombre, supongo.
Ya lo había visto, Ray no era ningún tipo de distraído ni mucho menos, un ignorante que deja pasar las cosas más simples.
Gusta de captar todo y de analizarlo hasta que su cerebro se quedé sin ideas.
Y, a comparación de sus ensoñaciones, el resultado verdadero a sido muy diferente al que se había hecho en la expectativa.
“Unas cuantas burlas de su parte luego de saber el como era su carácter.”
Más terminó siendo un sentimiento agradable culminando en su pecho.
Pronto, Ray se encuentra con que en el aula de clase se halla sólo él.
Para su desgracia, las clases han terminado antes.Al menos para los demás, ya que él debe de quedarse a las clases extras para mejorar.
—¿Por que sólo yo estoy aquí? Creí que habría más reprobados.— Dice tras tomar asiento en uno de los primeros lugares.
Su profesor lo mira y sonríe sarcástico.
Algo no iba para nada bien.—Lamentó decirte que no es así, Ray. Tú eres el único.
Y así, es como lo deja en blanco.
¿Tan idiota era? ¿De verdad sólo se trataba de él?
No... No podía ser posible que él fuera el único. Debía de haber más chicos como él, ¿No?
Su pesadilla tan sólo estaba empezando.
—¿Por qué...?— Intenta decir, más es interrumpido.
—Tranquilo, dije que te ayudaría y así lo haré, además, yo sólo te la ofrecí a ti, ¿Recuerdas? Tú me interesas más que todos los demás. Yo en tu lugar me sentiría alagado y con suerte de que al fin alguien decida darme su apoyo.
Susurra antes de colocar una mano en su hombro y dar una leve caricia.
Oh, mierda.
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Past.© [Ray x Norman]
FanfictionJamás intentes buscarme. Nunca me encontrarás. No me mires con lástima. No la necesitó. Guarda esas palabras y llantos de dolor. Yo no lo valgo. Deja de tratar. No vas a entender el dolor por el que pase. Sié...