Capítulo #16

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A la mañana siguiente se despertó temprano para hacerles el desayuno a los mellizos, pero los despertó antes de bajar. No podría salir a correr en la mañana, pero lo haría luego de estudiar con Gala para no perder la costumbre, así que rápidamente armó el desayuno para los 3 y se fue a bañar encontrándose a ambos bajando la escala. Desayunaron a la velocidad de la luz, tomaron sus mochilas y salieron de casa, mientras cerraba la casa puerta con llave pudo escuchar un auto y al mirar era su vecino quien se iba a algún lugar.

–¡Adiós, Blaise! – gritó Jade casi como una porrista mientras agitaba la mano despidiéndose, pensó que no la escucharía pero al parecer se equivocó porque se detuvo inmediatamente mirando hacia donde estaban

– Hola – dijo con una sonrisa - ¿los llevas a la escuela?

– Sí, hoy es mi turno – respondió Fara acercándose para no tener que gritar – pero hay que irnos rápidamente, nos vemos por ahí – le dijo con una pequeña sonrisa y Jade suspiró desilusionada, que era de la misma manera como se sentía ella.

– ¿Por qué no suben y los llevo? – ofreció quitándole el seguro a las puertas.

– No, no queremos molestar. Además seguramente estás ocupado.

– Tengo tiempo, suban y así no tienen que caminar – antes de que pudiera negarse porque de solo pensar en estar de nuevo en el auto rodeada por su perfume la hacía sentir taquicardia, Jade ya estaba subiendo.

– ¡Gracias, Blaise! ¡Eres el mejor!

En segundos se vio en el asiento de copiloto de nuevo y tuvo un deja vu con Jade conversando sin parar y Jasper con una mueca atrás. En el camino aprovechó a escribirle a Gala para recordarle que estudiarían luego de clases y para observarlo de reojo, pero casi sin darse cuenta ya habían llegado a la escuela de los pequeños, así que se bajaron, se despidieron y los acompañó hasta la puerta recordándoles que Joe vendría por ellos a la salida. Suspirando regresó por donde venía para hacerse el ánimo de casi correr a la universidad y lo encontró donde lo dejaron, solamente que Blaise estaba apoyado en su auto y todas las mujeres lo observaban.

– ¿Qué haces aun aquí? – le preguntó acercándose – pensé que irías camino a donde ibas saliendo.

– Como llevas bolso, pensé que también tendrías que ir a estudiar hoy así que arriba, yo te llevo – cuando ella se preparaba para decirle que no, el reponedor le sonrió y puso la mano en su espalda para llevarla al asiento del copiloto y sus neuronas hicieron cortocircuito. Simplemente dejó de pensar y se dejó llevar sin luchar ni un poco, su orgullo de mujer independiente se fue por la cañería, pero ¿a quién le importaba cuando estaba sentada a su lado? - ¿a cuál vas?

– A la estatal – respondió un poco tímida – no tenías que tomarte tantas molestias, solo iba a llegar un poco más tarde.

– Tengo auto y soy tu vecino – le respondió con su sensual acento – no me cuesta nada ayudarte un poco, sobre todo si tienes que encargarte sola de los pequeños hoy.

– No es lo usual, por lo general mi madre y yo nos encargamos.

– Debe ser muy duro estudiar y cuidarlos, eres una mujer muy empeñosa.

– Son lo mejor que me ha pasado, cuando los vi por primera vez supe que eran a quienes más amaría en mi vida – respondió sonriendo de manera inconsciente.

– Jade tiene mucha personalidad – dijo Blaise riendo – una pequeña encantadora y Jasper, aunque no sé por qué no me tiene mucho aprecio, se nota que te ama.

– Son mis diablillos.

– Bueno, aquí estamos – dijo Blaise mientras estacionaba.

– Gracias por ayudarme esta mañana, de verdad nos salvaste.

– Fue mi placer – le dijo con una sonrisa mientras se desabrochaba el cinturón y la besaba en la mejilla lentamente – que tengas un buen día.

– Tú...tú también – respondió tartamudeando un poco y sonrojándose – suerte en el trabajo – y prácticamente corrió fuera del auto mientras lo escuchaba reír suavemente.

Destino o casualidad [Colaboración]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora