Capítulo #19

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Fara corría al lado de Gala mientras se tapaban las cabezas con las mochilas. Llovía bastante y con mucha fuerza. En estos momentos pensó que sería buen momento para que Blaise apareciera, pero no lo hizo porque no tenía que estar pendiente de ella las veinticuatro horas.

Tendría una vida de la que ocuparse, seguramente, y no era ninguna especie de príncipe que acudía al rescate de la princesa, aunque lo pareciera en todos los aspectos. Ella no se consideraba una princesa, solo cuando hablaba con la pequeña Jade.

Llegaron a casa de Fara completamente empapadas. Su madre estaba en la sala, salió corriendo al encuentro de las chicas en cuanto oyó la puerta cerrarse y les ofreció darse un baño de agua caliente mientras les acercaba toallas para secarse y que no enfermaran.

Gala, como era la invitada, fue primero, así que Fara se quedó sentada en un sillón con la toalla por los hombros. Lo peor fue cuando empezó a estornudar y a temblar. Se sentía tan mal que lo único que quería acostarse entre las sábanas de su dulce cama.

–Eso es lo que pasa cuando llevan anunciando tormenta toda la semana y sales sin paraguas, que acabas enfermando. –Dijo Ana regañando a su hija mientras dejaba una muda de ropa limpia para Gala en la silla por fuera del baño y la avisaba.

–Ahora no, mamá, solo quiero dormir. –Murmuró con los ojos cerrados.

–Gala ya está terminando. Te darás una ducha, preparo un té a cada una y se van a dormir. No voy a dejar que la chica se vaya con la que está cayendo fuera. –Habló su madre con seguridad.

–Lo que quieras... –Volvió a decir casi sin voz.

No tenía fuerzas para hablar, así que simplemente decía que sí a todo hasta que Gala salió del baño y entró ella. Por suerte, su amiga se había duchado con agua caliente y el baño estaba lleno de vapor, así que no hacía tanto frío ahí dentro.

Se dio una ducha rápida para quitarse la suciedad de la lluvia, salió y abrió un poco para recoger la ropa limpia, lo mismo que su madre había hecho con Gala. Luego cada una cogió una de las tres tazas de la cocina y fueron a la habitación de Fara a dormir.

A penas había pensado en Blaise en las dos últimas horas, pero lo único que podía pensar era en dormir y en que se le pasara el malestar. Odiaba estar enferma y más cuando los exámenes estaban a la vuelta de la esquina.

Destino o casualidad [Colaboración]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora