Capítulo #63

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Mientras esperaba a Blaise sentada en las escaleras del instituto, sus nervios habían crecido notoriamente por lo que vendría a continuación. Su pierna no dejaba de moverse y su labio sufría las consecuencias de tanto morderlo.

Lo bueno era que Blaise no estaría para impedir que sus nervios se manifestaran así, lo que le llevaba a preguntarse porqué. ¿Por qué le molestaba tanto que se mordiera el labio por su nerviosismo?

No lo conseguía entender, no hacía daño a nadie ni le perjudicaba a él, pero supuso que era una extraña manía que tenía. Una extraña manía que la confundía.

Gala salió y estuvieron hablando sobre el examen. Estuvo más difícil de lo que pensaron, pero ambas creían haberlo superado y, por lo que hablaron y vieron en los apuntes que llevaban en las mochilas, tuvieron respuestas diferentes, lo que dejaba en claro que ninguna sacaría la mejor nota.

–Ahí está tu chico. –Gala, con un tono de voz coqueto, señaló con la cabeza hacia adelante y Fara miró.

En efecto, Blaise estaba ahí, aparcando el coche y robando algunos suspiros entre las universitarias que a Fara comenzaron a caerle mal aunque no conociera a ninguna. No le gustaban sus murmullos ni miradas.

–No le hagas esperar. A ese tipo de hombres no se les puede hacer esperar. –Gala la incitó a ir dándole un empujón. Fara rió.

–Ya te contaré. –Le murmuró dándole un beso en la mejilla y caminando a paso rápido hasta el coche.

Sintió todas las miradas sobre ella como si fueran cuchillas, pero no le pudo importar menos cuando Blaise se bajó del coche, le quitó la mochila para ponerla en el maletero y luego la abrazó levantándola del suelo.

– ¡Blaise! –Él la bajó pero no la soltó. –Todo nos están mirando. –Murmuró avergonzada y sonrojada mientras se sujetaba de su camisa a la altura de su pecho.

–No me importa, mon ange. –Besó su mejilla con suavidad y le abrió la puerta. Fara entró rápidamente para evitar que siguieran viendo la escena. – ¿Qué tal el examen? –Le preguntó ya por su lado, arrancando el coche.

–No fue fácil, pero lo aprobaré. –Sonrió con una tímida sonrisa. –Debería llamar a los diablillos y contarles. –Sacó su teléfono del bolsillo de la chaqueta.

–Estarán muy orgullosos. Yo lo estoy. –Eso la hizo ruborizar mientras esperaba a que Joe atendiera la llamada, ya que los diablillos estaban con él al no poder quedarse solos en casa, y como ella saldría y su madre debía trabajar, su padrastro fue por ellos.

No tardó mucho más porque hoy no tenía que trabajar, así que pudo hablar con los mellizos sin problemas. Ellos no tuvieron clase hoy tampoco, pero Fara les dijo que iba a salir con Blaise así que hasta mañana no podrían verse.

Lejos de oírse tristes, como siempre había sido cuando ella les decía que no podía verse, estaban muy emocionados y alegres, así que le dijeron que se lo pasara bien y ya mañana le contaría a ellos cómo había ido la caminata.

Fara sentía que todos le estaban ocultando cosas o, al menos, que los demás sabían cosas que ella no sabía.

Destino o casualidad [Colaboración]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora