Capítulo #67

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Llegaron a las cascadas. Eran más hermosas de lo que Fara recordaba y, por suerte, Blaise le había dicho que se trajera un bikini debajo de la ropa, aunque ella pensó en que no se metería debajo de la fuerza de esas cataratas.

–No creerás que nos vamos a bañar ahí, ¿no? –Le preguntó ella mirando la violencia con la que el agua golpeaba las rocas y señalando el lugar.

–No, ahí no. –Él agarró su mano señalando y la llevó hasta otro lado donde habían unas cuevas. –Ahí sí. –Fara frunció el ceño.

– ¿Nos vamos a bañar en unas cuevas? –Blaise rió.

–En la ladera que da las cuevas hay una pequeña pradera con un lago muy íntimo. Está detrás de unos árboles y unas montañas. Nunca he visto a nadie ahí, pero me pareció bien llevarte. –Le explicó sonriendo.

–Ah... Bueno... –Ella se ruborizó. –Antes... –Tartamudeó. –Antes de ir allá quiero sacar fotos aquí. –Sacó su teléfono y comenzó a tomar instantáneas, incluso vídeos, de la gran cascada y alrededores.

Blaise la imitó y luego siguieron su camino al igual que siguieron la conversación y no fue una sorpresa que Blaise comenzara a hablar.

– ¿Recuerdas nuestra primera cita, mon ange? –Ella sintió sus mejillas arder y asintió despacio. –Cuando llegamos a aquella cabaña acordamos que nos haríamos preguntas en la segunda cita y que tendríamos que responder sí o sí. –Fara lo recordó.

– ¡Es verdad! –Exclamó por haberlo olvidado.

–Una vez lleguemos al lago, ¿empezamos el juego? –Le propuso él extendiendo la mano hacia ella sin dejar de caminar.

–Trato hecho. –Ella le correspondió el gesto y sentenció sus siguientes movimientos.

Destino o casualidad [Colaboración]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora