Capítulo #57

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Igual a la otra noche, Fara subió a estudiar y Blaise la siguió para ayudarla mientras los niños se quedaban viendo la televisión sin molestar. Siempre lo hacían así, solo que ahora tenían a alguien nuevo que incluir en sus costumbres.

– ¿Cómo lo llevas? –Le preguntó Blaise dejando la puerta entornada.

–Este es mucho más fácil, creo. –Murmuró cuando recordó la noche de ayer.

–¿Es más fácil o te lo hice más fácil la otra noche? –Cuando Fara le dio un doble sentido a su pregunta y se ruborizó, él comenzó a reír a carcajadas. –No seas malpensada, mon ange. –Le dijo entre risas.

–No he pensado nada indebido. –Mintió piadosamente.

–Ya, claro... –Ironizó, pero Fara decidió no seguir con ese tema y abrió los cuadernos con los apuntes.

–Tengo que estudiar comunicación divulgativa, eso fue lo que me ayudaste. –Le informó cuando él se sentó en el borde de su cama mirando todo.

–Bien, sigamos, entonces. –Blaise extendió la mano y ella le puso la suya encima. Él rió otra vez, pero no la soltó. –Te estaba pidiendo los apuntes. –Fara se sintió morir de vergüenza.

–Ah... Claro... ¡Claro! –Con la mano libre se los dio a su otra mano libre. –Si no me sueltas no podré prepararme el examen de pasado mañana. –Murmuró con cierta diversión.

– ¿Y si no quiero soltarte? –La voz de Blaise sonó un poco más ronca que de costumbre. Fara comenzó a ponerse nerviosa.

–Bueno, entonces no podré terminar de estudiar. Por ende no aprobaré el examen, ni la carrera, mi madre se decepcionará, los diablillos se decepcionarán, yo me daré a la bebida y seguramente acabaré debajo de un puente siendo comida por las ratas en mi lecho de muerte. Y todo porque no me soltaste la mano el día anterior al anterior de mi examen y no lo pude preparar bien. –Comenzó a delirar debido a su nerviosismo.

Wow... –Murmuró Blaise sorprendido.

–Lo sé. –Aun cuando intentó poner cara seria, su labio entre sus dientes delataban sus nervios.

–Te tengo dicho que no hagas eso, mon ange... –Dejó en el aire mientras soltaba su mano y tragó saliva. Fara lo vio en la nuez de su garganta. –Por favor... –Parecía una súplica.

–Lo siento... –Dijo en casi un susurro. –Algún día me dirás por qué te molesta tanto. –Él asintió.

–Créeme que algún día lo sabrás... Lo sabrás. –Afirmó y bajó la mirada a los apuntes así que Fara, media confusa, solo pudo centrarse en su examen.

Era de los últimos que le quedaban.

Destino o casualidad [Colaboración]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora