Capítulo #35

364 36 4
                                    

Por desgracia, en medio de la nada no tenía internet en el teléfono para buscar lo que Blaise le había dicho, aunque ni siquiera sabría cómo se escribiría para empezar, así que se resignó a que le suplicaría más tarde.

Por el momento, iban caminando tranquilos, hablando, conociéndose y a medida que eso pasaba se sentía aún más atraída hacia él, como si estuviera metiéndose dentro de una espiral que la iba succionando poco a poco.

–Hey, mira, ahí está. –Blaise señaló con el dedo unos metros frente a él.

– ¿La cabaña? –Fara también.

–Sí, vamos. –La agarró de la mano y aceleró el paso tan rápido como se había acelerado su corazón.

–No sé si podemos entrar. –Habló ella mirando sus manos entrelazadas.

–He estado aquí antes. No es de nadie, es para que los excursionistas, como nosotros, puedan descansar. –Abrió la puerta sin problemas y ambos entraron.

–Qué acogedora. –Fara sonrió mirando todo.

Solo era un piso, pequeño, todo en madera. Una cocina al fondo al lado de una puerta, dos más a un lado y el salón en medio con una televisión, unos sofás y una mesa a un costado.

–Descansemos. –Le propuso Blaise quitándose la mochila y dejándola al lado del sofá, donde tomó asiento.

Ella le imitó aun mirando lo bonito que era todo y se sentó. Se sintió bien sentarse en algo cómodo y blando, aunque pudo haber sido más blando, así que se acomodó mejor.

– ¿Estás cómoda? –Le pregunto Blaise mientras reía.

– ¿Por qué...? –Miró hacia detrás y vio que se había sentado sobre él.

Su cara comenzó a ponerse roja de vergüenza, se levantó como si un resorte la hubiera impulsado y se sentó en el otro extremo del sofá mientras lo oí reír a carcajadas.

Creía que era el sonido más maravilloso del mundo, pero ahora mismo estaba demasiado ocupada sintiendo la mayor vergüenza de su vida como para que sus oídos pudieran disfrutarla.

Destino o casualidad [Colaboración]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora