Oscuro Pasado (Editando)

Prólogo

11 años atrás

En una noche todo paso tan rápido. Fue en un abrir de ojos

Felicidad.

Tortura.

Sangre.

Muerte.

Ese maldito momento que nunca olvidaría, que iba a quedar plasmado en mi interior, algo que me dejó marcada. ¿Como de felicidad pasamos a dolor en un segundo? ¿Cómo de un mundo lleno de luz, pasamos a un mundo oscuro?

Lágrimas caían por mis mejillas, mezcladas con la leve lluvia del lugar, mi vestido blanco manchado de los bordes llenos de sangre, mi cabello hecho un desastre, estaba descalza corriendo más bien huyendo.

El portaba un arma un arma para defendernos de los terrores del mundo, los tres estábamos asustados en que pasaría en que sería de nuestras vidas ¿Cómo sobreviviríamos? Éramos niños de familia adinerada y nos daban todo lo que quisiéramos, nunca tuvimos ninguna necesidad, pero, no éramos malas personas, ¿Por que a solo los buenos nos pasan este tipo de cosas?

Ella era fuerte una que otra lagrima a comparación de mi yo estaba a moco suelto. El parecía mas fuerte que ella el ni una lagrima derramo, admiraba sin alguna duda como eran tan fuertes, mi gran ejemplo a seguir.

Me sentía cansada de tanto correr así que pare. Mis pies ardían y dolían, mi respiración estaba hecha un desastre y sentía el sudor caer por mi frente.

—No pares —no hice caso a sus palabras estaba cansada, tenía las manos en mis rodillas, como quiere que corra más si ya había corrido como 6 cuadras, mi pobre ser no resistía más.
—¡Te dije que no pararas! ¡sigue corriendo! vamos.

Esto tiene que ser broma.

—Ya me cansé no puedo más, Liam.

El niño de ojos grises me miro con dolor.

—Escucha a partir de ahora nada va a ser fácil, tendremos que luchar para vivir, tenemos que ser muy unidos, ellos ya no están, ¿Entiendes eso? —su voz se le rompía al paso que hablaba, sus ojos se humedecieron, pero aun así, mantuvo la mirada en alto.

Asentí con la cabeza, no tenia otra opcion.

Continuo: —Se que esto será difícil pero saldremos adelante.

Fue entonces cuando la niña con la mirada perdida nos miró con sus ojos grises, un color tan único que no podría olvidar.

—Esto no debería estar pasando ¿saben? —sus ojos reflejaban furia y impotencia, entendía lo que sentía al no poder hacer nada. —Esto todo esto no debería de pasar y tu.. tu, ¿lo vas a dejar así?—dijo ya casi gritando con tanto dolor.

—Si, así se quedara, solo tenemos que sobrevivir.

Ella lo interrumpió.

—¡¿Sobrevivir?! Si eso está muy claro sabiendo nuestra situación, pero no vamos hacer nada ¿Esa es tu solución? No vamos a hacer justic-

Ahora él interrumpió

—No, ¡Que parte de no-vamos-a-hacer-nada ¿no entendiste?! —grito furioso y acercándose a ella.

—¡No! Yo no voy a descansar hasta..

Tan solo dejo la palabra en el aire, la conocía ella no le haría daño a nadie.

O bueno eso creía

—¿Hasta que? —la miro con enojo, pero era solo para que no cometiera una estupidez. —Hasta que termines siendo una asesina perfecto adelante —apuntó hacia la calle oscura y solitaria solo iluminada por un poste de luz.

—Oigan, no quiero gritos, porfavor —murmure con dolor.

El bajo la mirada.

Ellos me miraron, pues se dieron cuenta que quizás no era la mejor solución empezar a pelear.

—Solo tenemos que saber lo que vamos hacer a ahora..

El sostuvo su mirada en alto —No tengo ni idea de que va a pasar, pero de algo si estoy seguro es que no va a ser fácil, vamos a tener que hacer muchos sacrificios y van a ser duros, despues de eso, haremos justicia, luego seguiremos con nuestras vidas, como si nada pasara.

—Recuerden, somos 3 y nos cuidamos entre nosotros.

Y si, era lo único que teníamos ahora a nosotros mismos.

Lo único que hicimos fue mirarnos entre nosotros, sin saber a dónde vamos a ir sin nada, solo sabíamos que esto no se va a quedar así.

vamos a hacer venganza.

Yo doy mi palabra.

Y así es como empieza mi vida, esa noche le dio un gran giro en mi vida, no sabía que me esperaba, no sabía que rumbo iba a tomar mi vida no sabía nada, solo sabia mi nombre y apellido.

Yo pense que tenia un futuro asegurado, y todo sería realmente fácil, esto comprueba que la vida puede sorprendernos, siempre.