Oscuro Pasado (Editando)

Capítulo 23

Él apretaba mi cuello.

En otras circunstancias sería bueno, pero en estas no lo era. Cada vez me faltaba más el aire mientras nos mirábamos a los ojos, mis pies no tocaban el suelo ya que el me tenía contra la pared.

—Dime quien carajos eres.

No iba a responder aquella pregunta, más furia le daba a él que yo no dijera palabra alguna. Si bien el sabía que no podía matarme ahorrandome, pero me tenía acorralada creo que era tiempo de salir de aquel cuerpo.

Cerré mis ojos y en cuanto menos lo espere salté de aquel cuerpo mientras que el mío se iba formando rápidamente, en cuanto estuve de pie con todas mis extremidades pude ver que su hermana apenas despertaba, no tome ni tiempo para quedarme a ver porque empece a escabullirme por las calles llenas de demonios hacía la salida escuchando gritos, tape por completo mi cuerpo con la capa negra.

—¡Hay una sobrenaturalista huyendo!

Escuché desde muy atrás habían demasiadas personas ya que era un festival en conmemoración del día en que ganaron una batalla contra mi especie.

Así como los humanos celebran el pelear contra su misma raza, esto sucedía acá pero nuestras especies nunca peleaban. Si bien hubo un tiempo donde estuvo la tregua entre los demonios y sobrenaturalistas, incluso con los humanos. Antes ellos sabían de nuestra existencia, los humanos pidieron que no se viera pista alguna de nuestra existencia, tanto como demonios o algún ser mágico, ya que no soportaban la idea de que seres fueran más fuertes que ellos. Los demonios pidieron que los dejarán reinar en su mundo y los sobrenaturalistas pidieron ningún daño hacía alguno de nuestra especie.

Solo duró unos años ya que los humanos empezaron a atacar contra los demonios y sobrenaturalistas. Nos empezaron a tachar como espíritus del mal. Los humanos al romper el trato se rompió completamente con los tres bandos, esta historia la se ya que mis padres eran representantes de Aspita.

Mis pies empezaban a doler y empujaba a la gente mientras estas se quejaban. Entré a algún callejón y era hora de cambiar de cuerpo, no lo pensé bien en donde entrar y acabe metiéndome en el de algún chico que desconocía. En eso vi pasar a Steven con varios guardias buscándome pero ya había cambiado de cuerpo.

—Juro que yo la vi. —les dijo Steven a los guardias. —Seguro y cambio de cuerpo.

—Chico, ya la hubiéramos captado, cuando sea algo real nos avisas.

Y sin más estos se fueron. Seguí mi camino hacia alguna dirección, estaba asomar jamás había estado dentro del cuerpo de un chico. Tenía de una, o salgo de este mundo con la duda o termino de investigar.

Pero claro, no me iba a ir sin saber todo completo. Seguí caminando hasta encontrar alguna chica con gafete de empleada de la base de datos, sin que nadie estuviera bueno me metí en su cuerpo, de modo que el chico en el que estaba antes cayó inconsciente. 

Ups.

Caminé con seguridad dentro del edificio entregando mi gafete y dejándome pasar, salude a todos como si los conocerá de toda la vida con una sonrisa hasta llegar al lugar donde estaban todos los documentos.

Abrí la puerta con mi gafete y la cerró mirando hacia los lados de que no viniera nadie, empecé a revisar entre los cajones con el apellido Grinter. Hasta que encontré el de Fernando Harrinton, ya que no encontraba el de Grinter.

Tomé el documento y lo examine abrí la carpeta y pude ver la foto de mi padre.

Cabello castaño, ojos entre marrones y morados, cara de aburrimiento y parecía que portaba un delineado en los ojos mal hecho. Parecía que esta foto era de cuando era joven, era como la copia exacta de mi pero en hombre. Sonreí al ver aquella imagen y seguí leyendo.