Nil: Siempre hace lo mismo con los nuevos, cuando llegué me hizo lo mismo, a día de hoy sigue así, nunca nos hemos llevado del todo bien- encoge los hombros- lo mejor es que lo evites- asiento.
Maddie: Si, será lo mejor- murmuro lamiendo mi helado.
Nil: Olvídalo, no has venido a esta isla a pasarlo mal, has venido a conocer gente- se señala a si mismo- a revivir recuerdos- sonríe- escucha, este viernes habrá una fiesta, por el inicio de verano, ¿te gustaría venir?- sonríe y sigo comiéndome mi helado- solo si quieres.
Maddie: Si, me encantaría- sonrío.
Nil: Bien, ahora ¿seguimos?- se refiere a el recorrido- a ver saca un papel- había preparado papelitos de colores para que eligiera el destino, saco un papel y se lo entrego- ¿estás segura de que quieres leerlo?- asiento, me enseña el papel.
"El siguiente destino serán a mis labios" Me sonrojo al instante.
Maddie: Muy astuto- sonríe.
Nil: ¿Aceptas el beso?- miro a otro lado pensativa- mírame- lo hago- me gustas mucho Maddie- sonrío avergonzada- no te avergüences- susurra, se aproxima y juntamos nuestros labios, noto como sus manos envuelven mi cadera y yo solo intento seguir el beso, de pronto se aleja- ¿qué te ha parecido?
Maddie: No sé que decir- encojo mis hombros.
¿Es normal que no hubiese sentido nada?
Nil: Bueno, no hace falta que digas nada- acaricia mi mejilla y sonríe.
Maddie: ¿Seguimos con el recorrido?- meto la mano y ya no hay más papeles.
Nil: Ya hemos acabado- levanto las cejas- tendremos que volver a casa- hace un puchero- me gustaría verte mañana, ¿qué dices?
Maddie: Claro- sonrío.
Nil: Recuperaremos ese día de playa que Sam te ha arrebatado- susurra abrazándome.
Volví a casa, Nil me acompañó hasta la puerta y luego se fue, quizás todo esto era precipitado, mi segundo día en la isla y ya me estaba besando con alguien.
Entré en casa y escuché a mi abuela en la cocina, me acerqué y la vi preparando el almuerzo.
Abuela: Hola querida, ¿qué tal el paseo?- sonríe.
Maddie: Muy bien, Nil es un guía excelente- sonrío.
Abuela: ¿Nil?- asiento- ¿ese chico rubio?- asiento de nuevo- he oido hablar de él- rueda los ojos- debes tener cuidado- asiento.
Maddie: Si, todo está bajo control abuela- asintió.
Comimos y poco después alguien llamó al timbre, fui a abrir, ¿Sam?
Sam: ¿Qué haces aquí?- frunce el ceño.
Maddie: Vivo aquí- digo con los brazos cruzados.
Sam: ¿Dónde está la señora Jones?- dice con cara de pocos amigos.
Maddie: ¿Abuelita?- la llamo- te buscan.
Abuela: Sam, ¿Te dije que vinieras hoy?- asiente- me había olvidado- dice frotando su cabeza- bueno, puedes pasar.
Sam: ¿Dónde está?- mira a todos lados.
Abuela: En la cocina, esta comiendo- se refiere al perro.
Se acerca a la cocina y llama al perro, él cual le mira y agacha la cabeza.
Sam: ¿Cuánto tiempo lleva así?- mira a mi abuela.
Abuela: Casi una semana.
Sam: Voy a echarle un vistazo- coge al perro en brazos y lo lleva a la sala- Señora Jones, ¿puede traerme una toalla?- asiente y se va- ¿eres su nieta?- no le respondo- ¿Maddie?- hago como que no la escucho- esta bien, lo siento- la miro- no he sido muy simpática contigo- sigue acariciando al perro- pero no me has caído del todo bien.
Maddie: Ni siquiera me conoces Sam, no me has dado la oportunidad de que me conozcas- agacha la cabeza.
Sam: Lo sé- toma los latidos al perro y apunta algo en un papel.
La veo concentrada y no puedo evitar fijarme en como frunce el ceño cuando ve algo extraño.
Sam: ¿Por qué sonríes ahora?- me mira.
Maddie: Me parece gracioso- me mira extrañada- la forma en la que frunces el ceño cuando algo no esta bien- sonríe y nos miramos fijamente.
Abuela: Toma, no la encontraba- dice nerviosa- ¿Qué tiene?- dice acariciando al perro.
Sam: Los latidos son normales, he revisado sus orejas y no hay rastro de infección, puede que tenga que ver con algún parasito, puede llevarlo a la clínica de mi padre, yo misma me encargaré- dice acariciando al perro.
Abuela: Mañana mismo lo lleváremos- asiente y recoge sus cosas.
Sam: Hasta mañana entonces- dice sin mirarme.
Escuchamos al puerta cerrarse y mi abuela me mira extrañada.
Abuela: ¿Qué le has dicho?- dice algo cabreada- ella nunca se ha comportado así, parecía incómoda.
Maddie: No le he dicho nada abuela- me doy la vuelta- voy a descansar.
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Verano en Maldea
Teen FictionHace ya varios meses que Maddie decidió pasar el verano con su abuela en Maldea, esta pequeña isla del sur de Grecia, era lo más parecido a la perfección que había visto nunca, hace seis años que no pisaba esa isla, muchas cosas han cambiado y otras...