Escuche como alguien tocaba mi puerta, abrí la puerta y Vero estaba allí.
Maddie: Hola.
Vero: ¿Puedo pasar?- asiento, parecía estresada.
Maddie: ¿Qué ha pasado?- la dejo pasar.
Vero: Es sonre Sam... mi padre le... le ha pegado varias veces- trago saliva- venía a decirte que no va a poder salir mucho, no sé hasta cuando.
Maddie: ¿Le han pegado?- asiente.
Vero: Me ha pedido que salga a decirte que no iba a poder salir pero iba a buscar la forma, quiere que la esperes a las 7 en este sitio- me da un papel y asiento.
Maddie: Allí estaré- Vero se sienta en el sofá- Ahora cuéntame ¿qué ha pasado?- mi abuela ha salido con un par de amigas, como siempre, así que la casa está vacía.
Vero: Llegué bastante tarde y borracha, Leo habló con mis padres, yo ya estaba bien, el olor fue lo que me jodió la mentira, entonces Sam mandó el mensaje de que no dormiría en casa- asiento- mis padres estaban demasiado cabreados, Sam no trabaja los fines de semana y la harán trabajar hasta tarde- suspira- Todo por mi culpa- la abrazo- ella siempre carga con la culpa, piensa que al ser la mayor debe hacerlo.
Maddie: Tranquila, todo va a estar bien- asiente y se seca las lagrimas.
Vero: Gracias- solloza- por todo- sonríe.
[...]
Era el tercer día que Sam y yo íbamos a ver la puesta de sol, Sam no había llegado todavía, escuché una moto, era ella, se quitó el casco y me miró, corrí hasta ella y la abracé.
Maddie: ¿Estás bien?- su ojo estaba morado y su labio estaba roto.
Sam: Estoy bien- afirma y besa rápidamente mis labios- estoy bien- vuelve a besarme- se baja de la moto y se acerca al mirador para ver mejor.
Maddie: ¿Qué te han hecho?- sus brazos están rojos y morados.
Sam: No puedo salir, he puesto una excusa estúpida, nada de teléfono y tendré que trabajar todos los días- suspira- espero que esto cambie.
Maddie: Seguro que cambia- asiente poco convencida.
Sam: Recibiste bien el mensaje- sonríe.
Maddie: Así es- sonrío.
Miramos el atardecer y Sam siguió haciendo bromas, a pesar de todo su humor seguía presente, perdí la cuenta de los besos que nos dimos.
Sam: Tengo que irme- asiento, se va hacia su moto, se sube, iba a ponerse el casco y le dije algo que realmente salió solo.
Maddie: Te... te quiero- me mira, suelta el casco y vuelve hasta mi uniendo nuestros labios.
Agarra mi rostro y no tardo mucho en sonreír fastidiando el beso.
Sam: Yo también, te quiero- dice recuperando el aire.
[...]
Los días pasaron y no sabía nada de Sam, Vero me iba diciendo cómo iban las cosas con ella, los chicos de la fiesta venían con más frecuencia con nosotros, Peter estaba cada vez más apegado a mi, supongo que de forma amistosa.
Hoy después de varios días Sam volvía a poder salir, estábamos en la playa, en nuestro sitio junto a nuestros nuevos amigos, todos estaban bebiendo, yo esperaba a Sam mientras Peter intentaba sacarme conversación yo le respondía con monosílabos.
Peter: ¿Te apetece ir a dar una vuelta?- no le hice caso.
Vi a Sam viniendo hacia nosotros junto a su hermana. Corrí hasta ella y me lancé a sus brazos haciéndola caer a la arena, besé todo su rostro.
Sam: Vaya- dice riendo- alguien me ha echado de menos- dice correspondiendo a los besos.
Nos levantamos y Sam seguía abrazándome.
Amber: El grupo se sentía vacío sin ti- hace un puchero.
Leo: Nadie tocaba la guitarra ni se quejaba por nuestros besos- hace otro puchero.
Sam: ¿Tenemos compañía?- dice mirando a todos.
Maddie: Son los de la fiesta- asiente.
Sam: Si- sonríe- los recuerdo- saluda a todos agitando la mano.
Nos sentamos frente al fuego, Peter miraba a Sam como una enemiga, Sam me preguntaba que qué le pasaba, yo evitaba contestarle, mientras que la perra de Karol miraba fijamente a Sam.
Maddie: Vamos al agua- me levanto y tiro de Sam.
Todos estaban a los suyo menos Peter y Karol, le quité la camiseta a Sam, vi que su piel ya no tenía moretones, tampoco su cara ya no tenía marcas ni heridas, ella me quitó la camiseta a mí, nos quitamos las demás prendas y nos fuimos al agua.
Me tiré encima suya besándola apasionadamente, sus manos subieron por mis muslos, agarré su labio inferior entre mis dientes y ella clavó sus uñas en mi piel.
Sam: Tenía tantas ganas de besarte- sonrío contra sus labios.
Maddie: Estaba preocupada por ti- la abrazo.
Sam: Lo sé- suspira- Ahora quiero saber ¿por qué Peter me mira mal? No evites mi pregunta.
Maddie: No sé, lleva varios días intentando acercarse a mi- levanta las cejas y mira a dónde están todos mal.
Sam: ¿Va detrás de ti?- frunce el ceño- respóndeme- encojo mis hombros.
Maddie: No lo sé Sam, no me fijo en él, no tengo tiempo, estoy todo el día demasiado ocupada pensando en ti- me mira sonriente y vuelve a besarme- ¿Crees que puedes quedarte esta noche a dormir? ¿Conmigo?- asiente sonriendo.
Salimos del agua, nos secamos y nos pusimos la ropa de nuevo, Alycia contaba una historia la cual me importaba poco, estaba demasiado centrada en Sam, su mano acariciaba mi pierna, mientras yo besaba su mejilla, estábamos tumbadas en la arena.
Maddie: ¿Estás cansada?- niega rápidamente.
Sam: Estoy bien- me abraza y yo apoyo mi cabeza en su pecho, levanté la cabeza y la vi dormida, sonreí.
Maddie: Sam, vámonos- asiente y se levanta.
Nos despedimos de los demás, Sam conduce hasta mi casa y subimos las escaleras, mi abuela estaba dormida en el sofá de nuevo, Max se acerca a Sam y ella le acaricia. Subimos las escaleras y no dudo en besarla cuando llegamos a la habitación, sus manos abajan a mi trasero, caemos en la cama y nos reímos.
Sam: No podía aguantar más allí, iba a matar a Peter- frunce el ceño.
Maddie: Yo estaba planeando como esconder el cadáver de Karol- sonríe.
Sam: ¿Quién es Karol?- frunce el ceño.
Maddie: La rubia que no te ha quitado el ojo de encima.
Sam: Pensaba que tenía un moco por eso me miraba- suelto una carcajada.
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Verano en Maldea
Novela JuvenilHace ya varios meses que Maddie decidió pasar el verano con su abuela en Maldea, esta pequeña isla del sur de Grecia, era lo más parecido a la perfección que había visto nunca, hace seis años que no pisaba esa isla, muchas cosas han cambiado y otras...