Sam fue a firmar el contrato hace como dos horas, me dijo que fuera al restaurante de hamburguesas y la esperase allí, el restaurante estaba vacío y no entendía el por qué, era un buen restaurante, me senté en nuestra mesa y esperé a Sam. El camarero me dijo que si quería algo de comer, le hice el mismo pedido que Sam hacía y el mío como siempre era diferente.
Sam: Oficialmente soy adulta- susurra en mi oído, besa mi mejilla y sonrío.
Maddie: ¿Cómo ha ido?- apoyó mi cabeza en el brazo mirándola.
Sam: Genial, mis padres parecen haber cambiado de verdad, mi hermana también estaba allí- dice feliz, me encantaba verla así- ¿pedimos?- niego.
Maddie: Ya he pedido yo- me sonríe- Sabía que no tardarías mucho- encojo los hombros.
Sam: Tengo una maldita tarjeta de crédito Mad- me río de lo ilusionada que esta.
Maddie: Oficialmente eres una persona mayor confirmado- bromeo.
Sam: ¿Te apetece ir a un bar? ¿Con todos?- asiento.
Maddie: Pero relájate, la vida adulta te acelera- comenzamos a reír.
Comimos entre risas, Sam y yo nos complementábamos a la perfección o eso creía. Llegamos a casa y Sam me dijo que tenía que hablar conmigo y con mi abuela.
Sam: He decidido que voy a volver a mi casa- sonríe.
Abuela: Eso está genial.
Sam: Me encanta vivir aquí pero mi familia me necesita- asiento.
Abuela: Lo entendemos, siempre que quieras volver, las puertas estarán abiertas- sonríe.
Sam: Mañana por la mañana volveré, así que esta es mi última noche aquí.
Después de hablar un poco más nos metimos en la cama, Sam me abrazaba, yo sonreía, me sentía segura con ella, segura en todas las maneras posibles.
Sam se despertó pronto, al igual que yo, dejó todo en su casa y volvió a la mía, estaba en mi habitación cuando volvió, estaba cambiándome para ir a la piscina, Sam como siempre se quedó mirándome, yo no me encontraba deseable, no era una persona que destacaba en lo que tiene que ver con el físico.
Maddie: No sé si ponerme otro bañador o...- niega rápidamente.
Sam: Ese está bien- asiente embobada, me acerco y me siento en su regazo.
Maddie: Me gusta que me mires como si fuera la única chica que hay en la tierra.
Sam: Para mí eres la única- dice uniendo nuestros labios con desesperación.
Hizo un movimiento el cual me dejó abajo de ella, mis piernas envolvieron su cintura y la presioné contra mi. Gemí contra sus labios. Arriba, solo tenía la parte del bikini, no tenía camiseta, punto para Sam. Comenzó a descender por mi cuello hasta los hombros, cuando iba a llegar a mi abdomen me miró pidiendo permiso para continuar. Yo asentí y metí mis dedos en su cabello con fuerza. Sus labios pararon por mi abdomen dejando mordidas, chupetones y besos. Volvió a subir hasta mis labios y los besó.
Sam: Quiero hacerte el amor- susurra.
Maddie: Yo... estoy preparada- me mira a los ojos.
Sam: No creo que no es el momento, prepararé algo especial, ¿te parece?- asiente- Te juro que valdrá la pena esperar.
Después de eso llegamos a la piscina, realmente me dejó con ganas de más, eso debía de ser bueno, jugamos a peleas de caballos en el agua, por parejas, Noah y Amber ganaron, Amber era demasiado competitiva.
Noah: Leo, creo que debes demasiadas cervezas ya.
Leo: He perdido la cuenta- frunce el ceño.
Sam: A mi me debes cuatro de una noche de póker- dice abrazándome.
Amber: A mi me debe dos.
Maddie: A mi una.
Noah: A mi bastantes- nos reímos.
Sam estaba hablando demasiado con Vero y Amber, no quise meterme, aproveché para hablar más con los chicos, lo cuales sólo pensaban en chicas, fútbol y cerveza.
Noah: ¿Allí juegan mucho a nuestro fútbol?
Maddie: Juegan más al fútbol americano- le miran sorprendidos.
Leo: ¿Hay sangre?- asiento- ¿Y peleas?- asiento de nuevo.
Los chicos se chocan las manos mientras se ríen.
Noah: Deberíamos de ir a visitarte y jugar un partido- comienzo a reír- Liolio, ¿tú que dices?
Leo: Me parece un plan genial.
Seguimos hablando hasta que llegó la hora de irnos, habíamos pasado todo el día en la piscina, llegué a mi casa, me duché y me llegó un mensaje de Sam.
"Tengo preparada una sorpresa"
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Que empiece el drama ;)
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Verano en Maldea
Roman pour AdolescentsHace ya varios meses que Maddie decidió pasar el verano con su abuela en Maldea, esta pequeña isla del sur de Grecia, era lo más parecido a la perfección que había visto nunca, hace seis años que no pisaba esa isla, muchas cosas han cambiado y otras...