Capítulo 32

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Por la mañana Sam, no quiso venir a la piscina, Vero me contó que llegó bastante tarde junto a sus padres, no le apetecía salir.

Vero: Mis padres le están lavando el cerebro, ella no es así para nada.

Maddie: Es normal Vero- niega.

Vero: Conozco a mi hermana mas que ella a si misma, ella no es así, no es algo que va en su personalidad, desde que firmó ese contrato es otra-.

Quizás tenía razón, yo deseaba que no la tuviera.

Maddie: No creo que Sam cambie de la noche a la mañana, ha sido solo una cena.

Vero: Espero que solo sea una cena- susurra.

Pasamos toda la mañana juntas, Sam tenía el turno de la tarde, me mandó un mensaje diciéndome que no podría venir a ver el amanecer junto a mi, el mensaje ponía:

No voy a poder ir esta tarde, lo siento.

Era la primera vez que no íbamos a ver el atardecer en todo el verano, no se lo tuve en cuenta, después de que fuese a ver el atardecer yo sola, fui con los chicos a un bar, el cual descubrieron Brandon y Zowi.

Brandon: Aquí sirven los mejores cócteles de la isla- dice bebiendo una cerveza.

Peter no me quitaba el ojo de encima. La noche transcurrió rápida, hasta que Sam llegó.

Sam: Hola- dice en general- se sienta junto a mi- te he echado de menos- dice sonriente.

Maddie: Yo también- pongo una sonrisa intentando esconder mi tristeza- ¿qué tal ayer?- le pregunto.

Sam: ¿Me acompañas a la barra y así te cuento?- asiento, nos levantamos y fuimos a la barra- me han invitado mañana a una fiesta, están interesado en todo esto de la perrera y la clínica, podríamos expandir la empresa, quien sabe- sonríe, estaba emocionada y yo me alegraba por ella.

Maddie: Eso es increíble- bebo de mi cerveza.

Sam: ¿Estás bien?- deja un mechón detrás de mi oreja.

Maddie: Si, solo un poco cansada- sonrío.

Sam pidió una cerveza mientras me miraba, la verdad me sentía muy dolida, sabe que el atardecer es muy especial para nosotras, quizás estaba siendo yo la egoísta.

Maddie: ¿Mañana podrás venir a ver el atardecer?- asiente- ¿Lo prometes?- digo apunto de llorar, estaba demasiado sensible.

Sam: Lo prometo- dice abrazándome- no llores- dice besando mi mejilla.

Seco mi lágrima y sonrío.

Maddie: Estoy demasiado sensible- encojo mis hombros.

Escucho mi teléfono vibrar, miro la pantalla, veo el nombre de papá.

Maddie: Tengo que cogerlo- asiente y salgo del bar.

Hola papá.

Hola hija, ¿cómo estás?

Bien, todo esta muy bien ¿y vosotros?

Echándote de menos- sonrío- mucho- añade.

Yo también- suspiro.

Seguimos hablando de cosas, estaba apunto de llorar hasta que escuché a mi hermana hablar, le tuve que poner una excusa para terminar la conversación rápido, cuando colgué me puse a llorar, ¿sabes esos días que con cualquier cosa lloras? Es uno de esos días.

Peter: Oye... ¿qué ocurre?- seco mis lágrimas.

Maddie: Nada, solo estaba hablando con mi familia- le explico.

Peter: ¿Necesitas un abrazo?- sonríe amistosamente y yo asiento.

Me estrecha entre sus brazos y yo empiezo a llorar.

Maddie: No he tenido un buen día.

Peter: Te entiendo, he visto como tu mirada estaba perdida hasta que Sam ha vuelto, ¿tienes problemas?- encojo los hombros.

Maddie: No tenemos problemas, solo que no estoy acostumbrada a estar sin ella.

Peter: ¿Se lo has dicho?- niego.

Maddie: No quiero hacer una montaña de un grano de arena- vuelve a abrazarme y escuchamos un carraspeo.

Sam: ¿Habéis terminado?- dice mirando mal a Peter, me alejo de él.

Peter: No, ¿puedes irte dentro? Estamos hablando- Sam aprieta su mandíbula y entra dentro- ¿Siempre es así de grosera?-sonrío.

Maddie: De vez en cuando- encojo mis hombros.

Verano en MaldeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora