Por la mañana Sam, no quiso venir a la piscina, Vero me contó que llegó bastante tarde junto a sus padres, no le apetecía salir.
Vero: Mis padres le están lavando el cerebro, ella no es así para nada.
Maddie: Es normal Vero- niega.
Vero: Conozco a mi hermana mas que ella a si misma, ella no es así, no es algo que va en su personalidad, desde que firmó ese contrato es otra-.
Quizás tenía razón, yo deseaba que no la tuviera.
Maddie: No creo que Sam cambie de la noche a la mañana, ha sido solo una cena.
Vero: Espero que solo sea una cena- susurra.
Pasamos toda la mañana juntas, Sam tenía el turno de la tarde, me mandó un mensaje diciéndome que no podría venir a ver el amanecer junto a mi, el mensaje ponía:
No voy a poder ir esta tarde, lo siento.
Era la primera vez que no íbamos a ver el atardecer en todo el verano, no se lo tuve en cuenta, después de que fuese a ver el atardecer yo sola, fui con los chicos a un bar, el cual descubrieron Brandon y Zowi.
Brandon: Aquí sirven los mejores cócteles de la isla- dice bebiendo una cerveza.
Peter no me quitaba el ojo de encima. La noche transcurrió rápida, hasta que Sam llegó.
Sam: Hola- dice en general- se sienta junto a mi- te he echado de menos- dice sonriente.
Maddie: Yo también- pongo una sonrisa intentando esconder mi tristeza- ¿qué tal ayer?- le pregunto.
Sam: ¿Me acompañas a la barra y así te cuento?- asiento, nos levantamos y fuimos a la barra- me han invitado mañana a una fiesta, están interesado en todo esto de la perrera y la clínica, podríamos expandir la empresa, quien sabe- sonríe, estaba emocionada y yo me alegraba por ella.
Maddie: Eso es increíble- bebo de mi cerveza.
Sam: ¿Estás bien?- deja un mechón detrás de mi oreja.
Maddie: Si, solo un poco cansada- sonrío.
Sam pidió una cerveza mientras me miraba, la verdad me sentía muy dolida, sabe que el atardecer es muy especial para nosotras, quizás estaba siendo yo la egoísta.
Maddie: ¿Mañana podrás venir a ver el atardecer?- asiente- ¿Lo prometes?- digo apunto de llorar, estaba demasiado sensible.
Sam: Lo prometo- dice abrazándome- no llores- dice besando mi mejilla.
Seco mi lágrima y sonrío.
Maddie: Estoy demasiado sensible- encojo mis hombros.
Escucho mi teléfono vibrar, miro la pantalla, veo el nombre de papá.
Maddie: Tengo que cogerlo- asiente y salgo del bar.
Hola papá.
Hola hija, ¿cómo estás?
Bien, todo esta muy bien ¿y vosotros?
Echándote de menos- sonrío- mucho- añade.
Yo también- suspiro.
Seguimos hablando de cosas, estaba apunto de llorar hasta que escuché a mi hermana hablar, le tuve que poner una excusa para terminar la conversación rápido, cuando colgué me puse a llorar, ¿sabes esos días que con cualquier cosa lloras? Es uno de esos días.
Peter: Oye... ¿qué ocurre?- seco mis lágrimas.
Maddie: Nada, solo estaba hablando con mi familia- le explico.
Peter: ¿Necesitas un abrazo?- sonríe amistosamente y yo asiento.
Me estrecha entre sus brazos y yo empiezo a llorar.
Maddie: No he tenido un buen día.
Peter: Te entiendo, he visto como tu mirada estaba perdida hasta que Sam ha vuelto, ¿tienes problemas?- encojo los hombros.
Maddie: No tenemos problemas, solo que no estoy acostumbrada a estar sin ella.
Peter: ¿Se lo has dicho?- niego.
Maddie: No quiero hacer una montaña de un grano de arena- vuelve a abrazarme y escuchamos un carraspeo.
Sam: ¿Habéis terminado?- dice mirando mal a Peter, me alejo de él.
Peter: No, ¿puedes irte dentro? Estamos hablando- Sam aprieta su mandíbula y entra dentro- ¿Siempre es así de grosera?-sonrío.
Maddie: De vez en cuando- encojo mis hombros.
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Verano en Maldea
Novela JuvenilHace ya varios meses que Maddie decidió pasar el verano con su abuela en Maldea, esta pequeña isla del sur de Grecia, era lo más parecido a la perfección que había visto nunca, hace seis años que no pisaba esa isla, muchas cosas han cambiado y otras...