Blue.》Kim Namjoon.

39

|Yellow|Epilogue: Finale|

Le agarré de la capucha y le arrastre camino abajo hasta llegar hasta una zona más alumbrada.

Intenté quitar las manos de su rostro mas ella no hacía más que taparse. Pero en mi interior, una pequeña alegría se formaba.

—¿Que hacía espiando mi casa?—
pregunté haciendo ver que no la reconocía—¿Quién es usted?

Su frágil figura se hacia bolita intentando no ser vista por mis ojos y yo sólo podía sonreír.

—No hace falta que te escondas Jiwon-ah, sé que eres tú.

Y no creo que entiendas Jiwon-ah, lo que sentí al tenerte cerca después de tantos años. No veía tu rostro, no podía ver tus cambios, pero tu sola presencia removió todo en mi.

Yoongi y Jimin se quedaron bajo mi apartamento, sin saber que hacer, aunque Jimin quería echar un ojo al asunto, mas Yoongi le sujetaba.

Quizá mi corazón se saltaba pálpitos enteros al ver como te girabas poco a poco y al ver tu rostro de nuevo, todo comenzóa tener sentido otra vez. Tus pupilas se agradaron y el brillo de las lágrimas que amenazaban por caer de tus ojos, sólo te hacía más hermosa aún. Aunque no queria verte llorar, no ahora, pero quizá yo estaba igual o peor. Tomabas aire y no sabías como reaccionar.

—Tenía que encontrarte, decirte que te necesito, pedirte perdón y...y decirte que todo fue mi culpa, que no sabes lo hermoso que has sido siempre para mi y lo mal que me siento al no darme cuenta de que era a tu lado donde queria estar—soltó apresuradamente casi sin respirar, cerrando los ojos sin querer ver mi reacción, supongo.

Pero no supe qué decir. Me quedé parado, era lo que siempre había querido escuchar de ti, que me necesitabas tanto como yo a ti, pero no sabía como reaccionar. Te vi abrir los ojos poco a poco intentando ver mi reacción.

Las lágrimas caían por mis mejillas y un dolor que llevaba años sintiendo, se desvanecía tan abrumadoramente que, algo tan abstracto como el dolor, llegué a notarlo. Noté como desapareció de mi pecho, como si me hubiera quitado un peso, como si fuera más ligero, como si pudiera volar, tocar el cielo con las manos.

Pero acabé riendo por tu desconcertada cara. Supuse que no entendías si estaba feliz o no por verte.

—Todo fue mi culpa, Joonie—
continuó hablando, pero dejé de escuchar realmente, no hacía más que analizar su rostro.

¿Como ante mis ojos podía existir alguien tan hermosa?

—Jiwon-ah, cállate, por favor.

Escuché de lejos a Jimin reírse y me giré para fulminarlo con la mirada.

Acabamos riendo los dos y Dios, tu sonrisa, era algo que estaba en otro nivel, algo que no sabía que podía echar tanto de menos, hasta que la vi otra vez.

Acabé lanzándome a ti rodeando tu pequeño cuerpo con mis brazos.

—Mi pequeña agobios, mi pequeña azul—solté mientras mis manos pasaban por tu cabellera—te he echado tanto de menos—admití.

Era como si los recuerdos, las fobias y los trastornos desaparecieran de mi gracias a ti, a tu presencia. Sabía que no, pero era como si me confirmara que podías curar a una persona con amor.