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Jiwon se sentó sola escuchando música y leyendo uno de esos libros de amor que leía por Internet. Se había pedido un té negro y esperaba a que mi turno terminara. De no ser porque sus padres le habían echado de nuevo de casa estaría en su oscura habitación durmiendo, seguro.

Yo preparaba el café de una señora que venía siempre, no tuve ni que preguntarle qué quería, pues siempre pedía lo mismo. Fijé mi vista de nuevo en Jiwon una vez serví el café y no pude evitar reír. Siempre se quejaba de que ningún chico le hacía caso, pero en la otra mesa había un chico que no paraba de mirarle, quizás si dejara su móvil por un segundo y si tuviera más autoestima vería que no es tan pringada como cree. No tanto, digo.

Cuando sintió mi mirada en ella, me sonrió y siguió leyendo. Teniendo en cuenta que la hora punta ya había pasado, me sentía algo más aliviado. Estar todo el día parado sirviendo y preparando cafés era agotador. Quería llegar a casa y dormir todo el día, quería estar solo, pero Jiwon se había quedado en mi casa por lo menos hasta que las cosas se calmaran en la suya.

Ésta vez ni quiso explicarmelo, recuerdo que su mirada se perdió en la nada por unos segundos y acabó suspirando. Lo entendía. Su familia estaba tan desestructurada y le habían pasado tantas cosas ya que tener que explicarlas, incluso a mí, debía ser agobiante. Sentía que Jiwon era la pequeña agobios, siempre se reía cuando le llamaba así y, a decir verdad, podía utilizar ese apodo cómicamente o en tono de burla, pero si me ponía a pensar en ello, era un apodo bastante triste que sólo reflejaba la realidad en la que vivía y es que, a cada suspiro que soltaba, sentía que su vida se iba. Si me ponía a pensar bien en ello, su situación actual y su problemas mentales estaban apagando poco a poco a la Oh Jiwon que conocí.

Mientras me cambiaba en el almacén de la cafetería, Jiwon me esperaba fuera. A decir verdad, me sentía mucho mejor teniendo a alguien esperandome cada vez que terminaba mi turno. Así se me hacía mas llevadero y menos aburrido todo.

Cuando salí, el tío que llevaba todo el día mirándole, me dio su número en un papel y me pidió que si se lo podía dar a mi amiga. Jiwon nos vio hablando pero supuse que no le prestó mucha atención, quizás pensaba que me estaba hablando por algo de la cafetería. Eso me aliviaba.

—¿Qué quería ese chico?—preguntó mientras caminabamos hacia mi casa.

—Nada—mentí. Y continuamos caminando en silencio, pues hoy era uno de esos días en los que a ella no le apetecía hablar mucho.

Lo hacía por su bien pues, por mucho que ella hablaba de que quería salir con algún chico, cuando sentía la atención de uno, se agobiaba y no todos entendían sus problemas. No todos entendían que se ponía muy nerviosa cuando alguien le tocaba. Odiaba ser tocada, sólo que yo era la excepción, pero es que se había acostumbrado a mi.


ya sé quién podrá ser Jiwon y me odio por utilizar siempre a las mismas chicas pero meh es perfecta en fin que será IU lmao

Que tengan un buen día excepto los lectores fantasmas, esos que ojalá se queden sin ver el comeback de bts ❤

Que tengan un buen día excepto los lectores fantasmas, esos que ojalá se queden sin ver el comeback de bts ❤

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Sandy.

Blue.》Kim Namjoon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora