Capitulo 18-2 temporada

89 5 1
                                    

Me duele la barriga de tanto reírme y siento como me arde la cara, debo de estar roja como un tomate en estos momentos. Jesús también se ríe, con una carcajada tan libre y despreocupada que poco a poco disminuyo la mía para poder observar sus ojos achinados y su pelo despeinado.

-¿Qué miras, nena? - me dice fijando su vista en la mía mientras me acaricia el muslo.

-Nada. - contesto suavemente y frunce el ceño - Creo que nunca te había visto reírte así. - Me encojo de hombros - Ya sabes, la costumbre de verte cabreado.

-No puedes decirme que no me ría si me estás contando que de pequeña te dedicabas a ahogar los patitos que tenía tu abuelo en una granja y que chapoteabas en tu orina cuando tu mamá te quitaba el pañal. -Lo dice de una forma tan graciosa y sin sentirse ofendido por lo que le he dicho que escondo la cabeza en su pecho. - Ah no, pero cuando se te cayó el sujetador del biquini en tu cumple de los 12 años justo cuando te estaban cantando Cumpleaños Feliz es mejor todavía.

-Nota mental, no volver a contarte nada para que n te rías de mi. - le pego un puñetazo suave en el pecho y me levanto, me estiro para coger mi móvil de la mesita de noche y me da un toque en el culo para seguidamente meterme la mano por debajo de la camiseta.

Lo desbloqueo y contesto un par de mensajes de mis amigas e ignoro a mi padre, pero le digo a mi madre que voy a cenar por ahí y llegaré mas tarde. Pobre mujer que no tiene culpa de tener un marido tan pesado.

-¿Qué miras tu ahora? 

-Estás mas guapa que la última vez. - sonrío y me acerco a su boca. - Estás mas guapa libre y contenta. - Le doy un beso lento y me pongo a horcajadas encima de sus caderas. Me resulta tan dulce que en el momento creo que me van a dar diabetes.

-Espera. - dice y se separa de mi pero no me suelta. Se tumba y yo me quedo donde estoy. Pongo  mis manos encima de las suyas y poco tarda en quitarlas y tirarme de las piernas hacia arriba.

Me río un poco nerviosa y lo paro.

-¿Que haces? 

-Quiero que me tapes los ojos un rato. - Tiene la voz ronca y tan sensual que me revoluciona y, no se cómo, el lo nota. -Has apretado los muslos. - Es verdad, tengo las piernas en tensión y no había notado hacerlo. - Haces eso cuando algo te pone.- Madre mía que si me pone. 

No tengo palabras para responder y le suelto las manos. Sigue tirando de mis muslos hacia arriba hasta que estoy a horcajadas sobre...¿su cara? Un minuto después me tengo que agarrar al cabecero de la cama y noto la humedad de su lengua en mi zona, subo y bajo las caderas y la cosa solo mejora.

Me corro. Se ríe. Me tumbo exhausta. Me abraza y le acaricio el pelo.

-Podemos hacer algo que no sea follar, por favor.

-¿Me estas diciendo que no follo bien? - me hace gracia su voz de ofendido pero me hago la seria.

-He probado cosas mejores. - Le tiro del pelo hacia atrás para que me mire y sus pupilas se dilatan.

-Pues intentaré mejorar hasta que no las consideres mejores. Y si, podemos hacer lo que tu quieras, que implique que te pueda comer de vez en cuando.

-Acepto el trato. Una vez al mes. - ambos nos reímos, sabiendo perfectamente que eso no es verdad, hasta que un sonido nos interrumpe. El odioso timbre. Jesus suspira y se levanta de la cama.


Oficialmente he vuelto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 27, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El secuestro. (Gemeliers Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora