Capítulo 12 | 2 temporada

1.7K 105 28
                                    

-Yo también te quiero - se rie y se acerca a mi.

-No - nado un poco para atras - no te acerques bicho - le salpico y cierra los ojos.

-Vas a morir - me coge de las piernas y empiezo a patalear hasta que la risa me puede. Me pega a el con las piernas enrolladas en su cintura y lo rodeo con mis brazos.

Le muerdo delicadamente la oreja y pone las manos en mi espalda abrazándome.

-Ay Adriana... - susurra y pega sus labios a los mios.

Joder.

Me tenso al instante y aprovecha para cogerme mejor entre sus brazos.

-Quédate conmigo, por favor. - suplico con desesperación. He dejado de notar el agua fría recorriendo mi cuerpo de cintura para abajo y me pego lo mas que puedo a él.

-Lo haría...

-Hazlo. - mi voz suena totalmente convencida y se pierde con el sonido del agua.

No dice nada más y me quedo en esa postura no sé cuanto tiempo más.

(...)

-Adri cariño... - abro los ojos y la mano de Jesús pasea por mi vientre arriba y abajo, acariciándome con la yema de los dedos.

Sonrío y veo que estoy en una cama con las sábanas blancas y pequeñas flores grises en los bordes inferiores.

-¿Dónde estamos?

-En mi casa, nena. - ¿su casa? Lo miro y está tumbado a mi lado sin camiseta y abrazándome.

Me estiro con mi cintura entre uno de sus brazos y me escondo en su cuello.

-¿Que hora es?

-Las doce y cuarto. Te quedaste dormida en el arroyo y te traje aquí.

No llevo sujetador, solo una de sus camisetas negras que me quedan enormes y me encantan.

Recorro su mandíbula lentamente hasta llegar a su boca con la que juego un rato.

Paso una pierna por encima suya y vuelvo a abrazarlo, prácticamente encima suya.

Noto su cuerpo perfectamente tonificado debajo del mío.

Sus músculos se tensan bajo su piel cuando me agarra la pierna para subirme encima suya completamente.

Soy tan pequeña comparada con él. Mi cuerpo pasa a no ser nada cuando estoy al lado suya.

Me encanta, de verdad.

-¿En que piensas? - susurra acariciándome el pelo.

-En nada. Estoy concentrada en ti.

-¿Concentrada en mi?

-Si. Para cuando no estés...

-Siempre voy a estar, nena, siempre, ¿entiendes?

-Siempre no. Te vas.

-No me voy a ningún sitio Adriana. No me voy... - susurra y se me ilumina la mirada.

-¿Que?

-Mientras que dormías lo he arreglado. Bueno, lo he intentado.

Lo miro y no puedo evitar sonreir como una imbécil.

-¿Enserio? No me mientas.

-No te miento nena.

+20 comentarios.

El secuestro. (Gemeliers Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora