Intento abrir la puerta por tercera vez pero nada, cada puto minuto que paso en esta mugrosa habitación se me hace eterno y desearía de cualquier manera estar en otro sitio.Las oscuras paredes me deprimen mas aun si es posible, y el grifo del baño sigue goteando, lo que me da ganas de arrancarme cada uno de los pelos que tengo en la cabeza y gritar, sobretodo gritar.
Mi pie choca con la puerta del baño y el ruido resuena por la habitación que no debe de tener mas de cinco metros cuadrados y me agobia, me estresa, nunca me había sentido asi en los dieciocho años de mi vida.
Intento mantener la calma hasta que escucho los reconocibles chirridos de la puerta principal abrirse.
-Ven aquí- abre la puerta y tira de mi brazo hasta la habitación principal, supongo.
Abre un ordenador en el suelo y sigue tirando de mi para que me siente.
Tiende un papel frente a mi con una serie de números de tarjetas.
-Pon los códigos de cada tarjeta - me lanza un boli negro y me quedo quieta unos minutos -¿no me has escuchado?
-Yo no... no me acuerdo - el pánico se apodera de mi y las lágrimas amenazan con salir.
-¡Pon los putos códigos! - me grita y las lágrimas caen por mis mejillas como cuando le quitas algo a un niño pequeño y rompe a llorar.
Reviso de nuevo cada numero de tarjeta por tercera vez y escribo los códigos según se me vienen a la memoria, pero el ultimo no hay manera de recordarlo.
Me quita el papel antes de que pueda escribir nada mas y copia todos los datos en el ordenador.
Me mira y mis ojos rojos se clavan en el suelo, mis manos reposan sobre mis piernas dobladas y tengo los labios entre abiertos.
Se pone a mi lado y me estrecha entre sus brazos.
-Lo siento... mucho pequeña.
Rompo a llorar en su hombro unos minutos mas hasta que me calmo y le devuelvo el abrazo.
Mis ganas de gritar o de romper algo se han esfumado y me quedo mas relajada.
Estoy en una situación... bipolar, hace veinte minutos estaba dándole patadas a una puerta y ahora llorando porque no me acuerdo de los putos números de las tarjetas.
Tres,uno,siete,cero, los cuatro números de la ultima tarjeta me vienen a la mente y cojo rápidamente el papel para apuntarlos antes de que se me olvide todo.
-Si... falla algún código dimelo, puede que me haya equivocado. - me aparto de el y me seco las lágrimas. Intenta besarme pero me aparto - no te acerques a mi.
Sus ojos me miran perplejos y me vuelvo a quitar las lágrimas. ¿Raro verdad? Hace casi menos de veinticuatro horas le estaba pidiendo que me follara en una puta mesa y ahora que no se acerque a mi.
Lo que siento hacia el es una rara mezcla de amor y odio, odio y amor. El circulo vicioso del cual no quiero salir, no si esta él.
-Escúchame - me coge del brazo cuando me levanto pero no me detengo, entro a mi... habitación y pego mi espalda en la pared y me dejo caer hasta el suelo.
Miro a un punto fijo de la pared un rato y ni un solo ruido se escucha en esta casa, lo único que puedo notar es su respiración en la otra habitación y sus dedos dar pequeños golpes en algo de madera que resuena por todos lados.
ESTÁS LEYENDO
El secuestro. (Gemeliers Hot)
Fiksi Penggemar-No quiero que te vayas - digo en un susurro - no me dejes. +Tendría que haberlo hecho hace tiempo - observo sus labios moverse lentamente y el viento agitando ligeramente su pelo. -Todo tiene arreglo - susurro. +No, ya no lo tiene. -Podemos encon...