Capítulo 13.

4.3K 214 1
                                    

Intento levantar la cabeza del sofá pero me pesa muchisimo. Abro los ojos y la oscuridad inunda mis ojos, solo un pequeño rayo de luz entra por la ventanta.

Me levanto a duras penas y me recuesto.

Me froto la sien y parpadeo algunas veces para intentar ver bien.

Observo las bolsas que hay encima de la mesa y unas latas amarillas llaman mi atencion.

Cuando me quiero dar cuenta, estoy cogiendo la bolsa en la que se encuentran estas latas y me siento en el suelo, justo donde da la luz.

Observo una lata unos segundos.

Un aro negro cubre la parte superior y el amarillo se refleja en mis ojos cuando le da el sol.

La abro con cuidado y burbujas de gas salen de su interior. Me llevo el borde el metal a la comisura de los labios y el sabor agridulce que recorre mi garganta me sienta increiblemente bien.

Doy otro trago a la bebida, y otro, y otro, hasta acabar la lata entera.

La cabeza ya no me pesa, me resulta hasta mas ligera.

Cruzo los pies y abro otra, su olor llega a mis fosas nasales y se cuela por mi traquea.

Doy un trago y giro la lata.

"35% alcohol" veo las letras negras en la parte inferior y sonrio como una completa gilipollas.

Los rayos de sol me dan justo en la cara y siento como me arde la sangre.

Escucho los chirridos de la puerta cuando voy por la cuarta lata y un golpe en el suelo.

-¿Que cojones...?

-Hola - digo sonriendo e intentando mantener los ojos abiertos.

-¿Cuantas te has bebido?

-Cuatro - mis carcajadas inundan la habitacion y el niega con la cabeza.

-Estas borracha. - dice quitandome la que tengo en la mano.

-No me digas - sigo riendome y lo miro a los ojos.

-Joder Adriana.

-¿Me das otra? - me fulmina con la mirada y mete todo en la bolsa, abre la puerta y la tira volviéndola a cerrar. - me lo tomare como un no - levanto las manos y las dejo caer.

Se queda de pie y yo repito su gesto. Pierdo el equilibrio y me agarra por la cintura antes de que me caiga, paso las manos por su cuello para agarrarme y lo miro a los ojos.

Me lanzo a sus labios y me besa delicadamente.

Doy un pequeño salto y quedo con las piernas enrolladas en su cintura.

Camina y me sienta en una mesa para poder besarme mejor.

-¿Que quieres? - dice separandose de mi y pegando mi cadera con la suya.

El secuestro. (Gemeliers Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora