Capítulo 13: amigos desconocidos

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Capítulo 13: amigos desconocidos

Ya avían pasado unas dos horas de lo sucedido, ya que fui a la concesionaria que había dicho Tomas, nos tomó un tiempo llevar todo al auto que conseguí el cual ya tenía gasolina, pero busque más, ya que iríamos al departamento que deje unas cuadras atrás para buscar lo que había dejado y después ir a donde se encontraba Valentín.

Estábamos llegando, Deciree dormía, estaba cansada, espero no tenga pesadillas. Llegamos y di unas vueltas para ver si el edificio tenia estacionamiento y si tenía, estacioné el auto cerca de la entrada solo por si tocaba huir por alguna razón. Desperté a Deciree y después cerré el auto y subimos la planta donde estaba el departamento.

Al llegar a la puerta estaba semi-abierta, estoy seguro que lo había cerrado, le ordene a Deciree esconderse, ella no quiera y tenía miedo de que hubiera más personas, yo la entendía así que busque un lugar donde esconderla para que estuviera tranquila. Por suerte uno de los departamentos estaba abierto, revise la sala, luego la cocina y después los cuartos, luego que se sintió segura le dije que no saliera y que no hiciera ruido. Cerré la puerta y entre en el otro departamento, hice lo mismo que con el siguiente, revise la sala y después la cocina, avía algo raro, todo estaba muy ordenado, demasiado diría yo, pareciera que hubieran limpiado, busque las armas que escondí debajo del lavabo y para mi sorpresa no estaban, quien habría entrado y tomado las armas. Mi duda no duro mucho, algo frió y metálico tocaba mi nuca, el cañón de un arma. Cuando iba a decir algo una voz femenina me pregunta......

¿Quién eres, para quien trabajas, que haces aquí? – decía con insistencia apoyando su arma en mi nuca –

Tranquila, te contestare todo eso, pero primero quita me el arma de enzima para hablar con más confianza – yo bajaba con lentitud mis armas poniéndolas en el suelo –

- No estás en posición de exigir nada, responde o disparo – yo no sabía si lo haría así que trague saliva y respire profundo.

- Vale, yo vine aquí antes, yo dejé unas cosas aquí y vine por ellas, no te quiero hacer daño –

- Con que fuiste tú el que entraste aquí, ¿qué buscabas, para quien trabajas, buscabas a mi tío? –

- Yo, yo solo soy un sobreviviente, no trabajo para nadie y no se quien es tu tío –

- Esas armas que guardaste aquí no cualquiera las puede tener es más son de uso militar, hay algo que no me estás diciendo, habla – tanteaba mi cabeza con el cañón de su arma, para recordar que el que estaba en la obligación de hablarle.

- Ok, tranquila, soy ex militar, más específico un desertor por razones propias, escape de uno de los puntos de vida que estaba por aquí cerca, vi que este lugar era seguro y entre, no conozco a tu tío, no trabajo para nadie solo me quiero ir y te dejare tranquila, tengo que cuidar una niña, está en otro departamento, solo déjame ir -

- Enserio, lo siento, te dejare ir y espero consigas a tu amigo el unicornio y vaya a visitar al elefante de la esquina– golpeo mi cabeza con el cañón de su arma – no te creo nada – ella estaba a punto de dispar me, escucho que ella quita el seguro, pero antes de eso sonó la puerta, era Deciree, lo sabía - ¿hay más personas contigo, cuanto son dime? – la chica estaba decidía a disparar, una pequeña sombra entra al lugar. Ella apunta a la sombra y suena un disparo –

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Deciree grito y yo sostenía el arma de la chica hacia arriba en el techo avían cuatro agujeros, Deciree comenzó a llorar del susto, yo suelto el arma y corro hacia ella, olvidándome totalmente de la chica y de la posible amenaza que representaba. Abrazo a Eco sacando la de la cocina y llevándola a la sala. Me siento con ella en brazos y no sabiendo que hacer recordé lo que mi madre me decía para tranquilizarme – Tranquila, todo estará bien, siempre te cuidare, tranquila ya paso, nada te hará daño, ya, ya calma amor mío, eres amada y siempre lo serás – ella dejaba de llorar y se estaba calmando, jipiaba y se limpiaba los pequeños rastros de moco, me miro a los ojos y sonrió para luego abrazarme –

La Leyenda del Lobo: Nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora