- Y tu irritante como siempre.
- Sabes, aller me puse a pensar algo muy interesante... me dije a mi mismo... Jake necesitas una nueva oportunidad en clase de teatro porque no dejas de ser egoísta y sos un poco más pasivo con Laureline.
- Me parece grandioso. - acomode mi mochila sobre mi hombro. - cuando piensas tienes grandes ideas! no las desaproveches. - le di tres palmadas a su hombro, me aleje caminando según yo segura de irme aunque una parte de mi no desea eso.
- Espera. - me detuve en seco sin girar a verle.
- Dime?
- Al rato vemos lo de la obra.
- Sip pero antes tengo que quitarme este uniforme que esta del asco para mi gusto (pueden creerlo es la universidad y aun tengo que usar esta fachada de niña mimada, asqueroso)
- Pues deberías de estar contenta porque en mi país no hay escusas y al no llevar uniforme te expulsan.
- Lo tomare en cuenta. - corri lejos para borrar todas las posibilidades de regresar, antes de eso me tiro por la ventana.
Mire mi celular buscando alguna pista de el misterio escondido tras Said, es un chico reservado, desde la primera vez que lo vi en aquel concierto su mirada me confundió, ya no se que siento por Zac, tampoco me creo que conocí a Said un cantante argentino que a decir verdad no esta para nada mal. Lau controlarte. Sacudo mi cabeza negando rotundamente mis pensamientos.
Recordé que debo mandar a Jake mi dirección, tome el celular escribí mi dirección, la envíe al numero del que me marcó. Por accidente envíe aquella dirección al numero equivocado y poco después escuche el timbre de mi casita hermosa.
Bajo corriendo pero choco con un espejo que seguro y John compró para seguir de vanidoso, me sobe mi pobre cabesita (esta cosa es del tamaño mio).
Ahora si abrí la puerta encontrando a Zac enfrente mio. - Qué haces aquí? - me puse de puntitas mirando que no fuera a llegar Jake.
- Tú me mandaste un mensaje. Lo que no entiendo es porque mandaste tu ubicación.
- Pero qué haces aquí? - mire a ambos lados de él.
- Buscas algo? - miró detrás suyo pero yo llame su atención.
- Ayyyyh me duele un pie. - se me quedo mirando confundido. Lo jale hacia adentro cerrando la puerta.
- Te encuentras bien?
- Si ya se me paso. - le quite importancia a mi imitación taaan falsa. - Solo te llame para que olvidarás lo de hace rato así que bye...- lo empuje para que saliera por la puerta trasera, estoy segura que les mande el mensaje a ambos por error.
- Lau pero si mi carro esta estacionado frente a tu casa? porque damos toda la vuelta?
- Es que es mi nueva rutina del día ¿no te lo conté antes? - se giró para mirarme, retrosedi, lo peor, resbale callendo al suelo, mi amigo se agacho para revisar que su torpe amiga no quedara más inteligente de lo que ya es...
- Lau que te pasa? hoy estas actuado muy rara. - siento su respiracion tan cerca, me dan unas ganas de mandar mi conciencia al cárajo y besarlo pero no, tengo que afrontar mi triste realidad y a decir verdad este tipo de acercamientos me confunden mucho más.
- Estoy perfectamente bien. - me levanto abriendo la puerta trasera de mi casa. - Que te valla bien. - su mirada se centra al exterior de la entrada.
- Antes de irme me puedes explicar ¿quién es él? - volteo lentamente encontrando a un Jake parado frente a mi puerta.
- Él? - lo señalo. - no es nadie. - trato de sonar convincente.
- A mi me parece más que un "nadie". - con esa cara expresa que se lo lleva el tren. ¿Estara celoso? ni en broma.
- A ti te vale. - le hice a Jake una señal para que entrara. - es mi compañero de teatro ¿algun problema con ello? - me acerco a Zac desafiante.
- No, me vale, ¿por qué trataste de ocultarlo? - mi enojo esta aumentando muy rapido. - y te haces llamar mi amiga. - se ríe sarcastico.
- ¿Por qué te pones así? hasta donde me quede soy tu amiga y nada mas. - lo aparto de mi camino. - tú no eres mi dueño.
- Tienes razón no lo soy, ni lo seré. - auch eso dolio, se aleja hacia la salida. - que te valla bien. - azota la puerta.
- Porque te metes en mi vida. - salí gritando por la puerta de enfrente, mi amigo entra a su auto sin siquiera mirarme. - ya bastante tengo con esta vida , tú vienes y empeoras todo. - me quedo parada a un lado de su coche.
- La que no entiende aquí eres tú. - ni siquiera me mirá.
- Sabes que... siempre tienes tus palabras baratas para llenarme la cabeza de confusiones , aparte tengo que soportarte hablando de tus novias perfectas, ¿te parece poco? - al fin decide mirarme.
- Nada de lo que digas me hará cambiar de opinión. - lo miro confusa y harta.
- ¿Qué opinión?, el señor tiene una opinión que yo no conozca. - dije en tono sarcástico. - sabes que! llevate contigo tus estúpidas escusas porque ya me tienen harta. - abre la puerta del auto y se planta enfrente mio furioso.
- Siempre eres tu Laureline, la culpable eres tú, yo solo doy lo mejor que puedo para que estés bien pero veo que no es ni sera suficiente. - ambos estamos que echamos fuego.
- Ves como te pones? con ese carácter ni quien te soporte. Ya no lo aguanto, estar así. - nos señalo a ambos. - no es normal, nada de esto lo es. Tienes razón! yo soy la que esta fastidiada de ser el plato de segunda mesa, me canse de ti Zac. - grite todo sin arrepentimiento alguno.
- Perfecto. - se aleja hacia su auto. - yo también me canse de querer hablar con alguien que no esta dispuesta a escuchar. Así que me largo. Ya ninguno de los dos tiene claro lo que quiere. - su mirada parece triste. - me pude aguantar todo este tiempo pero lo que acaba de pasar es demasiado para ambos, adiós Laureline, también estoy harto de ti. - sube al auto y se va a una velosidad nada normal.
- Maldita sea. - sujeto mi cabeza con desesperación y entonces recuerdo que Jake esta ahí parado en la entrada de mi casa.
- Aún no lo saco de mi cabeza. - dije mirándolo.- Ya lo veo.
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¿En Dónde Estás?
Teen FictionLaureline es lo contrario a la chica típica linda de cabello largo y figura de modelo en la universidad, su manera de ser es única, ella ama su vida, su personalidad destella entre millones, al sonreír enamora a cualquier chico, eso fue lo que causó...