Capítulo XVIII

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(Habla Alaix)

Volvíamos a estar en el coche. Zaroa estaba desmayada, ha utilizado mucha energía.

Ella creo que no sabe que pasó pero yo si.

(Una hora antes)

Mierda, estoy rodeado, veía como estos dos guerreros de Olda, se acercaban a mi con armas.

Desde aquí podía ver como Zaroa me miraba, el jefe de estos dos soldados se la iba a llevar a la chica que amo, y ella no lo sabe.

No pude hacer nada, asique me centre en estos dos soldados que me tenían rodeados.

-Bueno Josh, que vamos a hacer con el? - Pregunto uno a le otro que entiendo que se llama Josh.

-Pues no se Patrick, tu que dices? - le contesto el otro.

-Yo digo que...

-Aaaaaahg. - los tres pusimos nuestra mirada en Zaroa y el jefe.

El jefe tenía sujeta a Zaroa pero algo le hacia daño en la mano y la soltó.

Los dos soldados me volvieron a mirar y se volvieron a acercar, yo no podía quitar la vista de Zaroa.

Zaroa aprovecho que el jefe se había hecho daño en la mano y le pego una patada en la cabeza haciendo que se callera.

Nuestras miradas conectaron. Miré hacia los soldados por que me di cuenta de se iban acercando más con sus armas. Este es mi fin pensaba yo todo el rato.

Volví mi vista a Zaroa y la vi agacharse, con una rodilla en el suelo. Sus ojos empezaron a brillar y su pelo también ala vez que empezó a flotar, y de repente. PUM. Una explosión de energía que nos tiro a todos metros atrás menos a mi, yo estaba como en una barrera de energía pero no mía, de Zaroa que tenía una mano hacia mi. Me ha protegido. Los soldados y su jefe estaban en el suelo y..

-Zaroa, Zaroa! Estas bien? - corrí hacia ella cuando la vi desplomarse en el suelo. Me acerque a ella, se ha desmayado, ha utilizado demasiada energía sin saberlo y sin un entrenamiento.

La cogí en brazos y la llevé al coche, probé si arrancaba y... Si, arrancó. Le puse el cinturón y nos pusimos en marcha.

(presente)

Zaroa seguía desmayada en el asiento de alado mio. Pero por lo menos respira.Hace un rato le hice una llamada a sus padres, osea a los reyes de Domino para que sepan que ha pasado.

La dejé descansar y me centre en la carretera. Pero de repente la sentí moverse, la volví a mirar rápido y le vi abriendo los ojos.

Ya se despertó mi princesa...

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-Ssia.

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