Carbón y Perlas: Antes de la Victoria

Capitulo 8 "Verdades ocultas"

69th juegos del hambre

Effie

Este año es realmente excelente Cinna ha sido aprobado como diseñador en los juegos, Plutarch fue ascendido al gabinete principal de vigilantes, y yo estoy de maravilla con Haymitch, bueno hasta que llegamos al Capitolio.

Cinna y Plutarch me dieron las buenas noticias hasta que regrese de la cosecha en el 12, después del desfile de tributos decidieron venir al penthouse a festejar por sus nuevos empleos, y como era de esperarse a Haymitch no le agrado la idea de la pequeña “reunión”, se muy bien que Plutarch no es su persona favorita y por el simple hecho de que Cinna es del Capitolio lo detesta.

Pasamos a la sala,  servimos champagne y bebemos una copa mientras conversamos sobre nuestros nuevos proyectos, todo iba perfecto hasta que llegó Haymitch al mirarnos celebrar simplemente hizo una mueca de disgusto, tomo una botella de whisky del bar y se encerró en su habitación dando un portazo, y sin decir nada.

—mmm creo que será mejor retirarnos—dice Cinna un poco incómodo.

—Si, además mañana comienzan los entrenamientos y hay que comenzar desde temprano las evaluaciones— dice Plutarch, ambos se despiden y se retiran del penthouse.  

Estoy un poco molesta porque yo jamás le he dicho nada a Haymitch cuando Chaff viene de visita a beber con él.

—¡Haymitch!— llamó a su puerta pero no abre.

—vete con tus amiguitos princesa y déjame en paz— ashh odio cuando se pone en ese plan de niño mimado

—Haymitch abre la maldita puerta, necesitamos hablar— pierdo un poco mis formas pero me abre.

—No hay nada de qué hablar Effie ve y disfruta los juegos con tu amigo el vigilante, y el diseñador ése, yo iré por otra botella que está se acabó— dice él mostrando la botella vacía.

—Sabes lo que pienso de los juegos, que ellos sean mis amigos no dice nada—trato de hablar con él pero parece que no hay forma de hacerlo entrar en razón y menos porque ya lleva una botella de licor encima, así que lo dejó hacer su berrinche y me retiro a mí habitación.

Haymitch

Effie se fue a dormir hace un buen rato, mientras yo sigo bebiendo un poco, todo se encuentra en silencio, de repente la escucho quejarse en su habitación, trato de ignorarla pero sus quejas van subiendo de tono hasta que grita ¡Mamá¡ De forma desesperada, me pienso si ir o no a verla pues aun sigo molesto, decidió ir y la encuentro hecha un ovillo en su cama llorando y muy asustada.

—Solo fue una pesadilla princesa— digo sentándome a su lado y la abrazo protectoramente.

—no es una pesadilla, es el estúpido recuerdo de porque soy escolta— dice enojada entre sollozos.

— ¿De qué hablas, acaso tu mamá te obligo a ser escolta?—

—Snow—dice abrazándose más a mí, una simple palabra y todo cobra sentido

—él me obligó, la vida de mi madre por ser escolta, cada noche recuerdo el vídeo de mi madre siendo golpeada y el momento cuando la hicieron Avox, tenía solo 15 años cuando me enteré de esa atrocidad, ahora tengo que fingir reír cada que veo morir a nuestros tributos como si no pasara nada— soy un idiota pensando que se “divertía” tanto con los juegos como sus amiguitos.

—tranquila princesa, tú estás bien y ella está contigo, solo hay que seguir con la función y nada les pasará— digo acariciando su cabello y se relaja poco a poco, cuando ya está adormilada me dispongo a irme y su voz me detiene.

—quédate conmigo, eres el único que me tranquiliza— dice casi en un ruego y me hace espacio en su cama, me recuesto a su lado y la dejó acurrucarse  en mis brazos.

Effie

Los días pasan muy rápido, y hoy fueron las entrevistas, después de la cena me quedo a solas con Haymitch en la sala, nos recostamos en el sillón y comenzamos a besarnos, besos tranquilos y dulces y por un momento me olvidó de que soy escolta y el mentor y solo somos él y yo simples personas que se aman, pero olvidarse no es lo mejor, el ascensor se abre y entra Cinna acompañado de Plutarch y nos ven, se suponía que estaríamos solos hasta mañana que llegarán por los tributos.

— ¿Qué es esto Effie?—dice Plutarch regañandome, Haymitch y yo nos paramos enseguida —tu y yo tenemos que hablar— y Plutarch me toma del brazo, Haymitch se acerca a defenderme pero le detengo y tranquilizó, y me voy con Plutarch a la cocina.

—Por favor no me delates— le ruego,

—jamás haría eso te considero mi familia, pero ¿en qué estás pensando Euphemia Trinket? ¿Sabes lo que te hubieran hecho si alguien más los hubiese visto?—

— ¡lo sé Plutarch, lo sé!, pero lo amo ¿Qué quieres que haga?— digo con desesperación,

— ¡Que pienses bien lo que estás haciendo, tu más que nadie sabes lo cruel que puede ser el Capitolio en lo que consideran “traición”, y aquí no es como cuando te defendía en el colegio si te descubren no podré hacer nada para protegerte Effie!— me grita ,agachó la cabeza y me pongo a llorar, el nunca me había gritado. —No quise gritarte pero entiende me preocupa tu seguridad peque— dice Plutarch abrazándome

—ya no soy una niña Plutarch, lo amo y no me importa el riesgo— digo decididamente

—Si es lo que quieres te apoyo, pero ten mucho cuidado, hoy fuimos Cinna y yo, mañana quién sabe—

Regresamos a la sala y Haymitch está platicando con Cinna, lo cual me sorprende. — ¡¿Se lo contaste?!— me reclama Haymitch.

— ¿Qué?... CINNA— Le chillo.

—Lo siento nena , él tenía que saber que su secreto está a salvo con nosotros— dice Cinna tratando de calmarme.

Haymitch

Cinna el amigo de Effie me ha contado que sabe todo desde hace tiempo, y que no debo preocuparme por la seguridad de Effie, que tanto él como Plutarch jamás la delatarían, nunca había entablado una conversación tan personal con gente del Capitolio, ahora comprendo que hasta ellos temen por su vida cuando se trata de Snow, aunque viven entre lujos tampoco se escapan de su tiranía.

Conversar con Cinna y Plutarch me ayuda a conocerlos mejor, me tranquiliza que Effie está rodeada de buenas personas y ahora puedo decir que tengo aliados en el Capitolio, porque amigos todavía no les puedo llamar aún no confío al cien por ciento en ellos.