CAPÍTULO 4: Mi vecino Paul

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Han pasado tres semanas desde que me encontré a Sam convertido en un perro gigante lleno de esteroides, aunque cabe a añadir que este mote no le gusta, pero como que me da igual la verdad.
Sam ha roto con Leah y ahora vive con Emily en una casa muy bonita en medio del bosque.

Leah pasó de un estado de depresión a un estado de si le dices hola ella te contestará vete a la mierda, normal, si tu novio desaparece una semana y después vuelve con casi dos metros de altura y lleno de esteroides y después te deja por tu prima,...

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Leah pasó de un estado de depresión a un estado de si le dices hola ella te contestará vete a la mierda, normal, si tu novio desaparece una semana y después vuelve con casi dos metros de altura y lleno de esteroides y después te deja por tu prima, entiendo su humor.
La semana pasada hubo un accidente, Sam se enfadó y se transformó, pero desgraciadamente Emily estaba demasiado cerca y no pudo impedir que le llegara un zarpazo en la mitad de la cara, ahora se ha recuperado pero le han quedado tres cicatrices que cubren mitad de su rostro aunque eso no quita lo guapa que es, Sam se odia a sí mismo por hacerle eso pero Emily no le da importancia.
Yo voy todos los días a comer a casa de Emily y Sam, menos los domingos que ese día lo empleo para limpiar mi casa. Ya se a convertido en una costumbre que vaya, por eso cuando vuelvo del colegio Emily me espera en la cocina con un plato de comida y después de unos minutos entra Sam y le sirve el triple que a mí, este chico como más que un hipopótamo.
Después de terminar las horas de esta horrible escuela, voy camino a la casa de Emily para comer y molestar un poco a Sam, molestarlo se ha convertido en mi pasatiempo favorito, aunque luego Emily me regaña.
Mientras atravieso el bosque caminando (que por cierto, se tarda una eternidad con estas piernecitas tan cortas) me quedo parada al ver a un lobo gigante de color gris oscuro.

Recuerdo que el consejo nos dijo que llegarían más chicos convertidos dentro de poco, ¿pero y este quién es?

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Recuerdo que el consejo nos dijo que llegarían más chicos convertidos dentro de poco, ¿pero y este quién es?

___: Hola. ¿Quieres ser mi mascota?

El lobo me miró, bufó y me gruñó. Me recuerda a alguien.

___: Me recuerdas a alguien con esa actitud tan gruñona, espera que piense...
¿Eres tú Paul?

El lobo parece sorprendido pero asiente con la cabeza. ¿Y si me lo robo? O mejor... ¿y si le corto la piel y me hago una bufanda con él?

___: ¿Te puedo despellejar y hacerme un abrigo o una bufanda contigo?

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