CAPÍTULO 52: ¿Quién es?

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Narrador omnisciente:
Había pasado ya casi un mes desde lo de Jacob.
La manada estaba muy al pendiente de ___, ella cada día iba empeorando y por esa razón todos se comprometieron en ayudarla turnándose el turno los unos a los otros para cuidarla, Paul y Sam se encargaron de hacer copias a la llave de la casa de ___ para que todos los de la manada tuvieran una y pudieran entrar por si algo malo pasaba.
El estado de ___ era pésimo, había adelgazado bastante y ya casi no comía, casi no salía de su casa... prácticamente no hacía nada.
Livi había ido más a menudo a la casa de ___ a animarla. Lo conseguía, pero cuando ella se iba, ___ caía en la depresión otra vez.
Ahora mismo ella estaba en su habitación, en su cama durmiendo como de costumbre.

Embry: Niña, levántate.
___: No tengo ganas.
Embry: No puedes seguir así ___.
___: No le hago daño a nadie.
Embry: Sí que lo haces, te haces daño a ti misma y por lo tanto a todos los que te queremos.
___: ¿Tú me quieres?
Embry: Tengo que hacerlo, no te he estado aguantando durante todo este tiempo por que sí.
___: Awwww, el Embrión me quiere.
Embry: Te he dicho miles de veces que no me llames Embrión.
___: ¿Tú te crees que a mí me importa?
Embry: No, se ve que no.

___ se quitó su pijama y se puso la ropa, después Embry agarró a la niña, llevándola en brazos hasta la planta de abajo. La sentó en el sofá y le puso la TV para que la niña se entretuviese mientras que él preparaba el desayuno para los dos ya que él aún no había desayunado.
Cuando terminó de hacer el desayuno, se sentó en el sofá y los dos se pusieron a comer mientras que veían Doraemon.

Embry: Niña, hoy vas a venir conmigo a la casa de Emily.
___: Quiero quedarme en mi casa.
Embry: No, tú te vienes conmigo. Tienes que salir más, para que te de el Sol y el aire.
___: Paul me ha puesto una silla en el patio trasero al Sol. Todos los días me obliga sentarme ahí durante una hora como mínimo, para que me de el Sol como a las lagartijas.
Embry: Estás más pálida de lo normal, has bajado mucho de peso y ya casi no te sostienes en pie tu misma. Si sigues así, podrías morirte.
___: Yo me veo bien.
Embry: En serio ___, tienes que enfrentarte a la realidad. Jacob ya no va a volver.

___ se levantó de golpe del sofá, enfrentando a Embry.

___: ¡¿CREES QUE NO LO SE?! ¡VOSOTROS PENSAIS QUE DEBO PASAR PÁGINA Y OLVIDAR A JACOB, PERO NO PUEDO! Es como si me hubiesen arrancado una parte de mí, lo echo de menos. Y todo esto es mi culpa...

___ se derrumbó y empezó a llorar en el hombro de Embry siendo consolada por este.
Cuando paró de llorar, Embry la volvió a agarrar en brazos y se la llevó a la casa de Emily.
Allí la tumbó en el sofá, Emily la cubrió con una mantita y también le puso una almohada.

Embry: ¿Qué vamos a hacer?
Seth: No lo se.
Paul: Sam, ¿has sabido algo de Jacob?
Sam: No.
Quil: Pero si Jacob ya no existe en sí. ¿Cómo es que ___ aún siente el lazo de la imprimación?
Jared: Eso es lo que no comprendo.
Leah: A lo mejor cabe la posibilidad de que Jacob vuelva ¿no?
Sam: Puede ser.
Seth: Pero el problema es que Jake no vuelve y cada minuto que pasa, ___ sufre.
Emily: ¿Y qué hacemos?

Mientras que la manada estaba hablando, alguien a una velocidad increíble corría hacia donde estaban ellos discutiendo, después paró unos minutos y siguió corriendo pero ahora a una velocidad normal.
Estaba a unos metros de la casa, y cuando llegó a la entrada de la puerta...

Paul: ¡JODER!

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