CAPÍTULO 88: Si tú no fuiste... ¿quién fue?

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___: ¡WIIII!
William: ¡NO, NO HAGAS WIIII!
___: ¡WIIII!
William: ¡___ PARA!
___: ¡ESTO ES MUY DIVERTIDO!
Livi: ¡___ PARA, LA MINA SE ABANDONÓ, HAY UN FINAL! ¡SI NO PARAS YA NOS VAMOS A ESTRELLAR!
William: ¡___ PARA JODER!

Es cierto, la mina se abandonó, por lo que el camino se corta.
Dejé de darle a la palanquita del sube y baja, pero íbamos a una gran velocidad, antes de darme cuenta nos topamos con un cartel roñoso y oxidado donde ponía con letras negras en un fondo amarillo "Final del trayecto".
Mierda.

William: ¡___!
___: ¡SUJETAOS!
William: ¡¿ESTÁS SEGURA DE LO QUE HACES?!
___: ¡NO!

Le di a una palanquita que había al lado, era la del freno. Al darle, los railes empezaron a chirriar y a soltar chispas, creo que vamos a mucha velocidad.

___: ¡WILLIAM, TIENES QUE METERTE EN EL VAGÓN DE LIVI!
William: ¡NI DE COÑA, ME CAERÉ!
___: ¡TIENES QUE HACERLO! ¡SI NOS ESTRELLAMOS TU VAGÓN SERÁ EL PRIMERO! ¡TIENES QUE PASARTE AL DE LIVI!

William me miró mal y empezó a pasarse al vagón de Livi que esta le ayudó, mientras, yo estaba dándole con todas mis fuerzas a la palanca del freno para reducir la velocidad.
Ya estábamos viendo a lo lejos el final del camino, era un gran muro de rocas que parecían inestables, los vagones habían reducido considerablemente la velocidad, pero no era suficiente.

___: ¡AGARRAOS! ¡ESTO VA A SER ALGO MOVIDITO!

De los railes saltaban chispas debido a la fricción que hacía contra el freno, esa mierda soltaba tantas chispas que creí que de un momento a otro todo empezaría a incendiarse.

William: ¡___!
___: ¡SÍ, YA LO VEO!

El final del camino se veía cada vez más cerca y los vagones no se paraban, apreté tanto el freno en los railes que la velocidad se redujo considerablemente, pero con eso no bastaba.
La palanca del freno estaba tan oxidada y tan dura que me costó bastante, incluso grité, bueno... todos estábamos gritando, yo grité porque estaba dando con todas mis fuerzas a la palanca y William y Livi gritaron porque el muro estaba a pocos metros de nosotros.
Y entonces pasó, los vagones frenaron poco a poco hasta que se pararon del todo bruscamente y haciendo que William y Livi se cayeran ya que el primer vagón había "rozado" el muro.

William: ¿Estamos vivos?
Livi: Creo que sí.

Los tres fuimos bajando, yo bajé de un salto muy animada mientras que ellos bajaron asustados y les temblaban las piernas.

___: ¡WUUU, QUE PASADA! ¡OTRA VEZ!
William: ¡¿ESTÁS DEMENTE?!
___: Es obvio que sí.
William: ¡CASI NOS MATAS NIÑA LOCA!
___: Pues hubiese sido una muerte muy divertida.
William: Yo la mato.

William estaba enfadado y trató de acercarse a mí, pero fue detenido por Livi.
Si se acerca le muerdo.

Livi: William tranquilízate.
William: ¡¿CÓMO QUIERES QUE ME TRANQUILICE?! ¡CASI NOS MATA!
Livi: Sabes que la necesitamos.
William: Siempre que vamos con ella acabamos metidos en algún lío o al borde de la muerte.
___: Es mi día a día.
William: Cállate, ahora mismo no quiero escucharte.
Livi: Es mejor que nos tomemos un minuto de descanso para tranquilizarnos todos.
William: Cuando salgamos de aquí entonces me tomaré no minutos, si no días de descanso.
___: Estoy de acuerdo con el bicho palo.
Livi: Bueno... ¿y el manantial?

Buscamos por los alrededores pero no había ningún manantial o el agujero por donde entró Helen.

___: Mierda. Creo que hemos elegido el camino incorrecto.
William: ¡AAGGHH! ¡ESTOY HASTA LOS HUEVOS!
Livi: ¿Y qué hacemos ahora?
___: Puede que encontremos alguna salida por esa cueva tan siniestra que da miedito.

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