La Niña

CAPÍTULO 30: Un pequeño secreto

Narra Jacob:
Al día siguiente, como era sábado no tenía que ir al instituto pero me despertó el tono de llamada de mi móvil, a regañadientes estiré el brazo para agarrarlo y vi el nombre de Bella.
Me incorporé de la cama enseguida y respondí. Ella quería que fuera ahora a su casa porque según su asqueroso chupasangre, un vampiro entró a su casa ayer mientras ella estaba conmigo.
Al cabo de una hora me encontraba saliendo de la casa de los Swan, y efectivamente un vampiro estuvo en su habitación.

Jacob: Fuera quien fuera, ha dejado su tufo. Será difícil no olerlo si nos cruzamos con él, nosotros nos ocuparemos.
Edward: No necesitamos que os ocupéis de nada, ni de nadie.
Jacob: Me importa una mierda lo que necesitéis.
Edward: Vale, hemos acabado con esto.
Jacob: No, tú has acabado con esto.

Bella se puso en medio para que paráramos.

Bella: ¡Basta! Ya estoy harta, a partir de ahora soy neutral, soy suiza ¿vale?
Jacob: Iré a avisar a Sam.

Al llegar a la casa de Emily, entré y como siempre estaban comiendo ¿y cuando no comen? Incluso Seth estaba allí.

Emily: ___ ¿qué te pasa? no has comido ni una cucharada de los cereales y eso que son tus favoritos.
Paul: Ni siquiera me ha gorroneado comida, y eso es raro.
___: No lo se, no tengo hambre. Me siento cansada.

Su voz salió cansada, casi como en un susurro. Emily le puso la mano en la frente y se sorprendió tanto que enseguida la apartó.

Emily: Estás ardiendo. Creo que incluso más que los chicos.
Jared: Eso es imposible. A ver enana.

Jared le puso la mano en la frente e hizo lo mismo que Emily.

Jared: Joder es verdad. La niña quema.
Paul: ¿Pero que dices exagerado? Si está incluso más pálida de lo normal y tiene las manos como cubitos de hielo.
Jared: Pues ponle la mano en la frente y ya me dirás.

Paul hizo lo mismo, y después le siguió Sam, Embry y Quil.

___: Bueno ya vale de sobetearme, ya se que estoy buena, pero por favor un poco de disimulo ¿no?
Paul: Parecerá un zombie en miniatura, pero sigue siendo igual de insoportable.
Embry: Creo que ___ está enferma.
Leah: ¿A si? ¿No me digas? No lo sabia. Eres un genio.
Embry: Vale, se diferenciar cuando es sarcasmo.

Me agaché un poco ya que ella seguía sentada en la silla con el tazón de cereales intacto en frente suya. Y es verdad, le agarré la mano y la tenía helada pero tenía la frente ardiendo y estaba muy pálida. Ayer estaba bien, creo, no se, yo me pasé el día con Bella.

Jacob: ___ creo que deberías irte a casa y descansar.
___: No, estoy bien.
Quil: ¿Bien significa parecer un zombie?
___: ¿Quieres que te entierre bajo tierra?
Jared: Enserio, deberías irte.
___: Que no, que estoy bien.
Paul: Mira que eres cabezota.

Recordé lo del vampiro que estuvo en el cuarto de Bella.

Jacob: Sam, un vampiro a estado ayer en la casa de Bella. No lo conocemos.
Sam: Haremos guardias y hablaremos con los Cullen.

Leah se levanta de la silla con cara de cabreo.

Leah: ¡¿Más guardias?! ¡¿Y solo para vigilar a esa tía, que no hace más que traer problemas y que hagamos más guardias?!
Jacob: Cállate Leah.
Leah: ¡___ es también humana y ha sabido más antes sobre el mundo sobrenatural que Bella, y no da tantos problemas.!
Quil: Tiene razón.
Leah: ___ no se a liado con un vampiro, ni tampoco se tiró de un acantilado y casi se ahoga porque su novio chupasangre la dejó. Tampoco ahora la persigue una loca sanguijuela pelirroja. ¡¿Hasta cuándo más tendremos que protegerla de sus meteduras de pata?! El mundo no gira alrededor de ella, pero creo que aún no lo sabe.
Y dime Jacob, ¿por qué acude a ti siempre que está en peligro o cuando su novio la dejó o cuando está aburrida y no tiene a su novio? ¿Por qué?