CAPÍTULO 106: Recuerdo olvidado

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Emily: ___. ¿Te hicieron daño? ¿Tu... padre te hizo daño?

La niña dejó de mirar sus manos y levantó la cabeza para mirar a Emily.
Emily no sabía qué expresión tenía ___ ahora mismo, para ella era indescifrable.

___: No.
Emily: ¿Estás... segura? Sabes que puedes...
___: Mi padre podrá ser un loco psicópata y un asesino, pero nunca haría eso. Puedes estar tranquila, nunca me ha puesto una mano encima... o al menos de esa forma.

Emily suspiró aliviada, pero de nuevo frunció el ceño. Si a ___ no la tocaron, entonces ¿por qué se puso nerviosa cuando Emily le preguntó? ¿Qué era lo que la niña estaba ocultando? ¿Sería sobre ese secreto que no quiere revelar?

___: Me hiciste recordar algo.
Emily: ¿El qué?
___: Es... una conversación que escuché hace tiempo.
Emily: ¿Quieres contármela?
___: No me acuerdo muy bien.

La niña apretó los ojos mientras que suspiraba intentando recordar aquella conversación que escuchó de sus padres.

Narra ___:

FLASHBACK

Un día, llegaba a casa temprano del colegio. Hubo un problema entre las clases de mi curso, los profesores nos dieron el permiso de irnos media hora antes, no me acuerdo cual fue el motivo, supongo que fue por una pelea entre mi clase y la otra ya que siempre estaban peleando. La mítica pelea entre la clase A y la B.

Normalmente siempre esperaba en la entrada del colegio a que llegase mi padre a recogerme con el coche cuando terminaba de trabajar, o a veces llegaba mi madre cuando mi padre no podía, pero siempre había alguien quien me recogía de la escuela, pero esta vez había salido antes y ya todos los niños se estaban yendo y yo no quería quedarme a esperar durante 30 minutos a que alguien viniese a por mí, asique me fui.

Mi padre alguna vez dijo que había niños que se iban a casa solos o con algún grupo de amigos y que yo podía empezar a hacer lo mismo, pero a parte que no tenía amigos con los cuales ir a casa, mi madre le daba miedo que fuese sola, ya que era muy pequeña y vulnerable. Básicamente a mi madre le daba miedo hasta cuando íbamos al parque y yo jugaba en los columpios, porque según ella yo era pequeña y frágil, creo que por eso no quiso que fuera a la guardería. Mi madre parecía una mamá pingüino luchona.

Al cabo de unos minutos llegué a la entrada de mi casa, bueno... de mi antigua casa.
A pesar de no haber ido sola nunca, me sabía el camino asique no tuve ningún problema en llegar, supe que mi padre estaba en casa ya que vi el coche aparcado a fuera. Iba a tocar la puerta para que me abriesen pero escuché voces.

Emma: ¡Voy a llamar a la policía! ¡Me da igual lo que diga Crish!
James: ¡Lo que vas a conseguir es empeorar las cosas! ¡Es asunto de ellos, no nuestro!
Emma: ¡No puedo simplemente mirar para otro lado! James... es mi niño.
James: Lo sé, pero no es asunto nuestro.
Emma: ¡Eres el padrino, haz algo!
James: Ya te lo he dicho. ¡No puedo!
Emma: Entonces vivirá con nosotros. Volverá a estar conmigo.
James: ¡Te he dicho que no puedes hacer eso!
Emma: ¡Oh vamos! ¡Como si al imbécil de Crish le importase! ¡ÉL NUNCA SE HA PREOCUPADO POR ÉL! ¡YO SÍ!

No sabía quien era Crish, nunca antes había escuchado su nombre y no tenía ni idea de lo que hablaban.
Sabía que ellos estaban en el salón discutiendo ya que escuchaba las voces detrás de la puerta, pero de pronto las voces fueron alejándose hasta donde estaba la cocina, asique los seguí y me puse de bajo de la ventana para escuchar mejor.

La NiñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora