CAPÍTULO 55: Nuestro nuevo vecino

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Había pasado bastante tiempo desde que Seth se imprimó en la sobrina de Lucy, Sue me ha dicho que ahora su hijo parece que se pasa todo el tiempo en las nubes babeando por ella y que no para de suspirar, sonreír o mirar hacia a algún punto de la casa con cara de enamorado. Desde que pasó lo de Seth, ya se a vuelto costumbre que todos los días cerca de las dos del mediodía vayamos a comer al restaurante de Lucy para que además de comer su deliciosa comida, Seth vea como un acosador a su impronta y para que babee un poco más por ella. 
Ya casi se estaba acabando el verano, y solo quedaba un mes y eso nos tiene a todos lloriqueando para que el verano nunca se acabase, claro, todos menos Sam, Emily y Leah que ellos ya no tienen que preocuparse por los estudios ya que se graduaron, pero lo que sí les tienen preocupados es sobre qué van a trabajar y donde.

Leah: He pensado en trabajar en la librería de la reserva.

Estábamos sentados en un rincón del restaurante de Lucy comiendo lo mismo que nos pedimos siempre.

Paul: ¿En la librería de la señora Moon?
Leah: Sí, ya que como la señora Moon es amiga de mi madre, puedo decirle esta misma tarde que viene a mi casa, que me haga una entrevista de trabajo o algo así.
Emily: Seguro que te da el puesto de trabajo.
Leah: Eso espero.
___: ¿Y vosotros vais a trabajar en algo?

Pregunté mientras miraba a Sam y a Emily.

Sam: De mecánico en un taller. Jacob quiere abrir uno, el primer taller en la reserva y trabajar ahí toda la manada, claro, los que quieran trabajar en ella.
Paul: Yo me apunto.
Jared: Yo también.
Embry: Y yo.
Quil: Contad conmigo.
Seth: Y conmigo.
___: ¿Y tú Emily?
Emily: Bueno... no os lo he dicho a ninguno porque esperaba a que me lo confirmaran y tuviera ya el puesto, que me lo acaban de decir esta mañana así que ahí va... ¡voy a ser maestra en tú colegio!
___: ¡¿Qué?! ¡¿Cuándo?!
Emily: Este curso.
___: ¿Qué vas a dar?
Emily: Matemáticas y Química.
___: ¿Vas a ser mi maestra?
Emily: Aún no lo se.
___: Solo te aviso de que si en tu clase de Química explota algo... no es culpa mía.
Emily: ¡Ni se te ocurra explotar algo en mi clase!
___: Yo solo aviso.

Cuando terminamos de comer, pedimos la cuenta. Yo le pedí a Lucy que Ashley fuese siempre nuestra camarera así que ella vino a dejarnos la cuenta y a llevarse los vasos vacíos.

Ashley: Serán 124$.
___: Toma, quédate con el cambio.
Ashley: Gracias.

Cuando se fue, nosotros nos quedamos mirando a Seth el cual no paraba de mirar con cara de atontado a Ashley. Paul le dio con la mano en la cabeza a Seth, y ahí si que reaccionó.

Seth: ¡¿Qué mierda te pasa?!
Embry: Está la chica aquí, y no aprovechas la situación.
Seth: ¿Qué situación?
Quil: ¡Pues para hablarle!
Seth: Es que cada vez que intento hablar con ella me quedo hipnotizado con esos preciosos ojos, y que además parezco un pez boqueando cada vez que le hablo.
Paul: ¡No es tan difícil!
Seth: ¡Cuando tengas impronta me reiré en tu cara cuando hagas el gilipollas!
Paul: No voy a tener y ni quiero tener impronta.
___: Ya estamos otra vez... ojalá te toque una impronta igual o peor que tu carácter, para que tengas que suplicar de rodillas a ella para que te quiera.
Paul: Yo no suplico por una tía.
___: Eso ya lo veremos.

Después como se puso a llover, nos fuimos cada uno a nuestras casas y yo me fui con Paul a la suya a molestarle y a que me haga de comer.

Paul: ¿Por qué te tengo que aguantar aquí en mi casa?
___: ¿Todavía sigues con esa pregunta? Supéralo, soy molesta y gorrona así que por más que lo digas no me voy a ir.
Paul: Joder.

Mientras que Paul estaba haciéndome un chocolate caliente con unas galletas, muchos ruidos de afuera llamaron mi atención.

___: ¿Pero qué mierda?

La reserva era un lugar tranquilo donde abundaba la espesura del bosque, lo que distinguía la reserva de otro pueblo es que había casas aisladas de otras o en pocos lugares había aproximadamente unas cuatro o cinco casas que estaban al lado, no estaban pegadas unas a las otras, sino que básicamente una casa estaba a tres o cuatro metros de distancia.
La casa de Paul era la que estaba en un extremo, a su derecha estaba la mía, a mi otra derecha estaba una casa que no habitaba nadie ya que los propietarios la vendieron mucho antes de nacer yo y enfrente de la mía había otra casa que tampoco la habitaba nadie ya que la propietaria era ya muy vieja y cascarrabias que murió hace años, no sin antes decirme que era una niña insoportable e irritante, yo le dije que gracias y ella se molestó aún más.
Pues ahora estaba mirando por la ventana de Paul como la casa de enfrente de la mía estaban descargando cajas de barios camiones.

___: ¡Ey Paul, mira ven, corre!
Paul: ¿Qué pasa?
___: ¡Tenemos nuevos vecinos!
Paul: ¿En serio?

Paul se puso al lado mía mientras miraba por la ventana como yo.

Paul: Pobrecitos los vecinos, no saben que tienen a una vecina molesta.
___: Tranquilo Paul, no eres tan molesto.

Le di dos palmaditas en el hombro mientras que seguía mirando como descargaban las cosas.

Paul: Eres una niña muy...
___: ¡Mira! Tiene muchas cosas.
Paul: ¿Por qué tienen tantas puertas?
___: No se.
Paul: Que yo sepa la casa no tiene tantas, no tiene ni puerta trasera.
___: A lo mejor es por si se le rompe alguna.
Paul: ¿Quién habrá comprado esa casa hecha pedazos? Es muy antigua y... da mal rollo.
___: No se, vamos a ver.

Iba a ir a la puerta cuando Paul me agarra de la camiseta.

Paul: Espera un momento. ¡¿Quieres no ser tan impulsiva?!
___: Pero ¿por qué no puedo ir a saludar a los nuevos vecinos?
Paul: Se están instalando, por lo menos deja que se instalen del todo, así no podrán huir tan rápido cuando te conozcan.
___: Jo.

Seguimos mirando por la ventana y comentando todas las cosas que entraban por aquella puerta, hasta que nos dimos cuenta de una cosa.

Paul: Solo son cosas para una persona, creía que iba a vivir una familia.
___: Y yo, que decepción.
Paul: Mira, creo que ese es el nuevo propietario.

Paul señaló a un tío de entre cuarenta y cincuenta y tantos años, pero tenía músculos, parecía que levantaba pesas o algo así, también tenía la cara muy pero que muy seria.

Paul: Ui que mal rollo da ese tío.
___: Tiene cara de asesino en serie.
Paul: Para ti todos tienen cara de asesino en serie.
___: Da igual, eso no quita lo mal rollo que da.
Paul: A lo mejor cuando lo conoces es un buen tipo.
___: Pues ya no pienso ir a presentarme, me ha dado mal rollito. Que le den.
Paul: Eres una gallina.
___: No sigas.
Paul: Gallina.

Paul me conoce lo suficiente como para saber que si me retan, no puedo negarme, así que aquí estaba, bajo la lluvia dirigiéndome hacia mi nuevo vecino con cara de asesino en serie.

___: Hola.

El tío siniestro se voltea y cuando me ve, sonríe.

Tío siniestro: Hola pequeña, ¿cómo te llamas?
___: Me llamo Godofreda Elano.
Tío siniestro: ¿De verdad te llamas así?
___: Sí.
Tío siniestro: Pues encantado de conocerte, me llamo Devid Harrison. Dime, ¿cuántos años tienes?
___: 13.

Como estaba lloviendo mucho, no quería empaparme del todo, así que le dije que me tenía que ir y que éramos vecinos, pero le dije que vivía en la casa donde vive Paul para que por si acaso si es un violador pues que vaya a la de Paul e intente violarlo a él y a mí no, y que así el hormonal idiota lo mate por intentar violarlo. Es solo por precaución.

___: Adiós señor Harrison.
Sr. Harrison: Adiós.

Después de esa presentación, me fui a la casa de Paul otra vez.

Paul: ¿Y bien?
___: No me gusta.
Paul: Pues te tendrás que aguantar porque ahora es... nuestro nuevo vecino.
___: Pues que mierda.

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