La hora de la verdad

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Antes de que Hank logré detener el auto yo ya estoy abriendo la puerta para correr hacia el caótico escenario que se me presenta. La fábrica donde se ocultaba North y su gente está en llamas. Miró a mí alrededor, no veo a nadie conocido.

Mi respiración se agita a cada segundo que pasa ¿Dónde demonios se metieron? Siento la mano de Connor en mi hombro, me pide calma con la mirada, pero yo estoy por la labor. Hank por su parte mira a su alrededor, seguramente buscando a North.

— Pero ¿Qué ha pasado? — Preguntó alterada. — ¿Dónde está?

— Tranquila, no debe estar lejos. — Asegura Hank.

Intento seguir su consejo, pero me es imposible calmarme con tanta agitación. Caminó un poco con ellos detrás de mí. A cada minuto que pasa me siento más y más asustada. A lo lejos veo a North, ella al parecer nota también mi presencia ya que se acerca con aire hostil, genial, que toca discutir con ella.

— ¡Debí suponerlo! — Gruñe malhumorada — ¡Sabía que no podía confiar en ti!

— No sé de qué hablas .— Digo de inmediato.

— ¡No te hagas la inocente!

— North, solo ha hablado con nosotros y Markus, te aseguro que ninguno de nosotros provocó este desastre. — Interviene Connor.

— Joder, entonces hay un maldito traidor que nos vendió. — Gruñó exasperada, no tengo tiempo para sus problemas.

— ¿Dónde están Bill y Jesse? — Preguntó intentando calmarme de una vez.

— No sé, no los he visto desde que empezó el ataque.

— ¿Qué es lo que pasó? — Escucho que Pregunta Hank.

Por mi parte me alejo un poco, no pueden estar lejos, el lugar no es tan grande. Finalmente, a lo lejos veo a Jesse, de inmediato corro en su dirección con Connor tras de mí, enseguida me doy cuenta de que está solo, lo cual me pone alerta.

— ¡Jesse! — Grito haciendo que esté se sobresalté.

— Hey, no esperaba verte tan pronto.

— ¡¿Dónde está?! — Su mirada se desvía, lo que me molesta más de lo que ya estoy.

— Eran demasiados...

— ¡¿Dónde está Bill?! — Insisto.

— Alex, yo... Él... Nos separamos en cierto punto y luego llegó él y... — Cierro los ojos, no tiene que decirme quién llegó, ya sabía yo que el cazador no se iba a rendir tan fácilmente — Lo lamentó, de verdad que lo siento.

Sin poder evitarlo mi mano se impulsa por sí misma y le doy una buena bofetada a Jesse, quiero hacerle daño, pero Connor me toma por el brazo para impedirme hacer alguna barbaridad.

— ¡Me prometiste que lo ibas a cuidar! — Grito sintiendo mi rostro humedecerse. — Eres un maldito...

— Alex, de verdad lo...

— ¡No quiero volver a verte! ¡Te odió, te odió! — El brazo de Connor tira de mi brazo para alejarme de él lugar, me dejó arrastrar, no tengo fuerzas para oponerme.

Nos alejamos del lugar sin decir nada hasta que llegamos al auto de Hank, donde la agitación del lugar no llega.

— ¡No me pidas que me calmé, porque no puedo! — le gritó sin saber por qué, estoy enojada, pero sé que no es justo que me desquite con él.

— No iba a hacerlo. — Responde a su vez con tono conciliador.

— Debemos de encontrarlo.

— Lo haremos, lo prometo. — Me asegura acariciando levemente mi mejilla.

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