Ha pasado un año desde la victoria en la Plaza Hart y solo estoy segura de tres cosas: La primera, nunca me hubiera podido imaginar que las cosas se pudieran ir al carajo de esta manera, la segunda, debo mantener con vida a todos los que me importan...
Nos dirigimos a la catedral donde se encuentra North y su grupo, espero que Jesse aún siga con ellos, sino la verdad es que no se que mas puedo hacer para encontrar a Bill.
Desde que salimos de la casa no he hablado con Connor, él tampoco ha dicho nada. Me gustaría que lo que sea que esté mal entre nosotros se arreglé de una vez por todas, no me gusta la sensación de distanciamiento entre los dos.
Por más que pienso no se me ocurre nada para comenzar una conversación con él, lo cual me extraña, ni cuando Connor se encontraba bajo el control de su programa había tenido problemas para hablar con él.
No es hasta que notó como nos miran algunos humanos que pongo un poco más de atención a mi entorno, odió sus mirada prejuiciosas y que susurren entre ellos viéndonos de reojo. La mano de Connor toma la mía y la aprieta suevemente, lo veo de reojo, él a su vez me sonríe ligeramente.
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—No prestes atención a lo que dicen.
—Lo intento, solo que me es un poco difícil, en especial porque he pasado el último año peleando para que esto termine, es frustrante ver qué aún hay mucho camino que recorrer, lo que es más, parece que retrocedimos. — él asiente ligeramente.
—Te entiendo y comparto tu frustración, he visto lo que los humanos son capaces de hacer por mera ignorancia u odió, sin embargo nadie nos dijo que sería fácil ni que se nos obsequiaría lo que buscamos.
—Tienes razón, aún así a veces me siento realmente agotada. — Murmuró —Al menos pronto podremos seguir trabajando en ello y seguro podremos conseguir que las cosas mejoren.
—Ya verás que sí. — Afirma Connor, su eterno optimismo solo sirve para hacerme sentir peor aún respecto a mí actitud hacia él de los últimos días, me parece que ya es momento de haber algo al respecto.
—Últimamente he sido bastante insufrible ¿Verdad? De verdad lo siento, nada justifica mi actitud, no debí de haber comportado de esa manera, no lo mereces.
—Estás demasiado preocupada y bajo demasiada presión, además, tras lo que viviste, entiendo que estés tan alterada, sobre todo con el niño desaparecido.— asiento, aún así pienso que mi actitud no se justifica —Alex ¿Por qué de repente sientes tanto interés por un niño? No me parece mal, solo me tomó por sorpresa, cuando hablamos sobre formar una familia dijiste que preferías esperar a que las cosas se estabilizarán, no puedo comprender que ocurrió los días que estuviste lejos que te hizo cambiar de opinión.
—No lo sé, yo no había notado nada parecido a lo que siento antes y por alguna razón ahora tengo la necesidad de protejer a Bill, a pesar de que la mayoría del tiempo no parece soportarme, esto simplemente surgió y ya.— Veo en su rostro reflejado que sigue sin entender—.Descuida que ni siquiera yo me entiendo.— mi comentario lo hace sonreír.
—Me gusta mucho esta nueva faceta. — Comenta, está vez soy yo la que sonríe, me gusta saber que está tan a gusto con esto y sobre todo que no lo hace sentir desplazado ni mucho menos.
