Dos vidas

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Connor POV

Al ingresar a la memoria de Alex intentó ir lo más atrás que me sea posible, es difícil sin una referencia de que buscó exactamente, pero funciona lo que intento ya que empezó a ver una imagen poco nítida.

A través de sus ojos veo una habitación de una casa como cualquier otra, le está hablando a alguien a quien no ve a la cara, por lo cual no puedo ver de quién se trata, pero siento que es alguien importante para ella. Le habla mientras señala algo en un mapa, me concentro para oír de lo que hablan.

—Son casi 10 horas de viaje, pero una vez en Nueva York todo habrá valido la pena.

— ¿Y qué se supone que harás en Nueva York? — Me sorprendo al oír la voz de Elijah Kamski.

— Muchas más cosas de las que hago aquí, te lo aseguro. — Afirma ella sonriéndole — No me puedo quedar, Elijah, además, tú te irás a Colbridge dentro de nada.

— Diez horas no se puede considerar cerca, Alex.

— Pero es mejor que estar aquí, no me mal entiendas, pero no me puedo quedar y mucho menos si las cosas siguen así. — Susurra ella — Te voy a echar mucho de menos, aun así, pienso que hacemos lo correcto, la universidad de Colbridge es tú lugar como Nueva York será el mío.

— ¿De verdad crees que sea lo mejor? — pregunta tomando su mano con una suya y con la otra haciendo pequeños círculos en el dorso de la suya.

— Claro, el proyecto que presentaste en tu admisión para la universidad es impresionante, si quieres hacerlo realidad tienes que ir a ese lugar. — Kamski sonríe — Androides, él logró grande de la humanidad y todo gracias a ti.

— Suena bastante bien si lo dices así, espero no decepcionarte.

— No lo harás. — Contesta Alex, acariciando suavemente su mejilla, como en ocasiones hace conmigo.

Hay un largo periodo de estática antes de que pueda captar una nueva imagen clara, Alex lee una revista dice se habla de la invención de los androides, nombran a Kamski, lo nombran el más grande genio del siglo. Siento la felicidad de ella, la cual de evapora casi de inmediato al oír voces fuertes viniendo del piso inferior. Lo que siento ahora es miedo.

Sé levanta y sale con cautela de la habitación, la casa parece ser la de una típica familia, pero hay algo que no me gusta. Poco a poco baja las escaleras y se asoma en dirección de dónde vienen los gritos. Dos humanos adultos se gritan, el hombre parece estar ebrio, sostiene en una mano una botella de whisky como el que bebe Hank a veces. La mujer, quien es la que grita con más fuerza de repente lo empuja a lo que el hombre levanta la mano que sostiene la botella con la clara intención de golpearla.

— ¡Papá, no! — Grita Alex corriendo para intentar ayudar en algo.

Luego no me queda claro que es lo que pasa con ella, hay otro largo periodo de estática antes de que vuelva a abrir los ojos, solo puedo ver el techo de lo que parece ser una habitación de hospital. Me doy cuenta de que ella no se mueve y que apenas está consciente. Se escuchan las voces de los médicos, suenan preocupados.

— El golpe desafortunadamente hizo mucho más daño del que se pensaba, lamentablemente ella no volverá a ser la misma, en términos simples, todo su cuerpo del cuello para abajo está completamente paralizado. — Los que parecen ser los padres de Alex se miran asustados.

— ¿Se recuperará pronto? — Pregunta el padre.

— Esto no se puede curar, lo siento.

— Joder, inventan un montón de inútiles máquinas que nos quitan el empleo, pero no son capaces de curar a los humanos. — Gruñe malhumorado.

Keep on fightingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora